Grupo comando se metió en una casa a mazazos para llevarse una fuerte suma

Eran por lo menos 5, con pasamontañas, armas, guantes y buenos datos. Actuaron cuando los dueños estaban en Bariloche y fueron directo al lugar donde guardaban la plata de la venta de una propiedad

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Con una mezcla de enojo y resignación, Darío (41) explicó cómo fue el tenso momento en el que vio, a la distancia y a través de un dispositivo móvil, cómo desconocidos ingresaban en su casa en forma violenta para robarle el dinero en efectivo que guardaba producto “de la venta de una propiedad a un amigo”, sostuvo.

El episodio sucedió a las 20.30 del jueves en 508 entre Camino Centenario y 14, donde fue observado por varios vecinos de la cuadra, quienes dieron aviso a la Policía de lo que sucedía (ver aparte).

“Ver en vivo cómo te están tirando abajo la puerta de tu casa es de una impotencia terrible. Me desesperó la situación, son tus cosas, tus afectos, es como una violación. Se siente una enorme impotencia, porque no podés reaccionar”, le contó Darío a este medio desde Bariloche, donde se encuentra vacacionando junto a su familia. Es que toda la secuencia fue grabada por las cámaras de seguridad del inmueble.

En las imágenes se observa cómo cinco sujetos cubiertos con pasamontañas (no se descarta que pudiesen ser más) se acercan al porche de la vivienda en forma sigilosa. En un momento determinado, uno de ellos se desprende del resto y con una maza de las utilizadas en el sector de la construcción comienza a golpear repetidas veces la cerradura hasta vulnerarla.

Fue esa acción la que alertó a los frentistas y motivó el aviso de alerta a las autoridades y al propio damnificado. Darío, por su parte, miró toda la secuencia a través de su celular: “Vi en vivo lo que estaba pasando. Entonces le dije a mi vecino que llamara al 911 y activara su alarma”, aclaró.

CINCO MINUTOS

“Revolvieron toda la casa hasta que encontraron los dólares y pesos que había recibido por la venta de un inmueble. Calculo que fueron cinco minutos, después se dieron a la fuga” detalló Darío a EL DIA.

Como se dijo, tanto la víctima como los testigos manifestaron estar “sorprendidos” por la libertad con la que se manejaron los ladrones. Además de afirmar que se trata de una cuadra “muy iluminada” por las luces leds colocadas recientemente, el hombre puso el foco en algo más, al aseverar que los sujetos estaban dateados y que la zona es muy transitada.

“Estaban dispuestos a todo”, aseguró, al tiempo que resaltó la “fortuna” de que en ese momento no hubiese nadie en la finca. De hecho, los intrusos estaban armados.

A medida que miraba la escena a varios miles kilómetros de distancia, la tensión fue in crescendo, puesto que, en un primer momento, el hombre creyó que los desconocidos no lograrían encontrar el lugar donde “guardaba la plata grande”. Se trata de una suma que según algunas fuentes rondaría los 80 mil dólares. “Tres días antes de irme de viaje había concretado una operación inmobiliaria en la Ciudad y tenía el dinero en mi casa”, declaró.

Los ladrones entraron a las 20.30 y permanecieron cinco minutos. Huyeron por 508

 

Por falta de tiempo y “preparativos para el viaje”, Darío no pudo depositar “la plata en el banco” y además “ no tengo caja de seguridad”, lamentó.

En tanto, respecto al golpe, refirió que “esto no fue al voleo” y añadió: “Acá hubo alguien que le brindó información a los ladrones para que operaran de esta forma. Fue un golpe comando, algo planificado” y ejecutado por profesionales.

“Ingresaron, revisaron en puntos claves y finalmente lograron dar con” el botín, indicó la víctima, vinculado con una conocida agencia de viajes de La Plata.

“Hasta rompieron parte del jacuzzi” en ese proceso de búsqueda del dinero, agregó. Asimismo, Darío expuso que “si bien yo tengo alarma, había un amigo que tenía llaves para ir a darle de comer al perro y por eso no estaba activada”.

No obstante, para él ese sistema de seguridad “no hubiera cambiado nada”, ya que los delincuentes “no respetaron nada, estaban muy decididos, armados, organizados, todos con pasamontañas para taparse la cara (sabían que había cámaras) y con guantes de látex”.

“ESTOY DESTROZADO”

“Se llevaron todo lo que tenía, estoy destrozado”, admitió. En tanto, señaló que “estas cosas se hacen con cautela” pero “siempre hay alguien que le cuenta a una persona, ésta a otra y luego a un tercero. Y por ahí pudo pasar la filtración”.

Por otro lado, reconoció que, aunque “no puedo hablar de una zona liberada” le “llamó la atención” el hecho y lamentó que “la policía llegó cuando no había nada para hacer”. Es que, de acuerdo a lo relatado por los vecinos, un patrullero llegó “media hora después de que se realizó la llamada el 911”. Para ellos, ese sector del barrio “está a merced de los ladrones”.

Sin poder hacer mucho más, Darío llamó a unos amigos para que reparasen la abertura y ordenaran un poco el desorden. Por lo pronto, todavía no emprenderá el regreso.

“Ojalá que este robo no quede en la nada”, pidió.

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