La historia se repite
Edición Impresa | 3 de Agosto de 2019 | 04:32

Marcelo Babenco
Vpte. Cámara Inmobiliaria de Buenos Aires
Que nos pasó como sociedad? Que no hicimos por ella? Como llegamos a esta situación? Las respuestas son muchas, solo a modo de ejemplo y ese es uno de ellos: ¿Por qué sistemáticamente, en vísperas de elecciones, recrudece y se intensifica la metodología de las usurpaciones? ¿Es la política? ¿Es la Justicia? ¿Son sus representantes? ¿Son los punteros barriales? ¿Son los vivos de siempre? ¿Quiénes promueven y se aprovechan de los más necesitados, que con falsas promesas generan zozobra y desilusión? Esos son los verdaderos interrogantes. ¿O hay intereses espurios de quienes no aceptan nuestro estilo de vida republicano y solo generan caos y malestar?
Nuevamente y como viene ocurriendo sistemáticamente, se repite la metodología de las usurpaciones, así como hace dos años lo fue la zona de Av. 520 y 214, localidad de Abasto (Partido de La Plata), una fracción de 54 Hectáreas, así como se repitió la metodología en la zona de Los Hornos el año pasado, ahora son noticia las seis hectáreas en Villa Alba (zona de 119 y 121 y de 602 a 604) donde, sin mediar aviso alguno y de madrugada, llegaron más de 300 usurpadores de todo tipo, instalando casillas de chapa y madera. Esperemos que la Justicia, la intervención de las fuerzas de seguridad y del gobierno municipal, aplicando la ley en resguardo de los intereses de los privados/propietarios lo solucione rápidamente, como ha ocurrido en otras oportunidades, que con idoneidad y responsabilidad lograron detener dichas ocupaciones.
La Cámara Inmobiliaria de la Provincia de Buenos Aires repudia enérgicamente esos actos, relacionados con usurpaciones de terrenos privados, en pacífico uso y explotación por sus propietarios y/o arrendadores. La Cámara rechaza enfáticamente tales procederes reñidos con elementales normas de convivencia social que tutelan los máximos ordenamientos Nacional y Provincial.
La Cámara y los miembros que la integran no desconocen la problemática relacionada con la legítima aspiración de todo ciudadano a acceder a una vivienda digna, pero esa aspiración, en el camino a su concreción, no puede violentar derechos de otros ciudadanos que también poseen legítimos intereses relacionados con su esfera personal, con su trabajo, la industria y el comercio.
Es obligación de los poderes públicos desalentar tales prácticas buscar las soluciones y este es nuestro reclamo. Lo acontecido no resulta ser un buen ejemplo a imitar, ello vulnera las reglas de convivencia pre establecidas. Su generalización de seguro aparejará nefastas consecuencias que, mediante el imperio de la ley y la justicia, deben ser evitadas.
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