Un argentino salvó en Italia a un nene que se cayó de un balcón
Edición Impresa | 15 de Septiembre de 2019 | 03:31

Un joven argentino salvó ayer a un nene de cuatro años que cayó de un segundo piso, cuando logró atraparlo en el aire, en un dramático hecho ocurrido en la localidad de Lodi, al norte de Italia.
El pequeño se encuentra internado en el hospital Vizzolo Predabissi de Milán para chequeos médicos, se encuentra fuera de peligro y sobrevivió gracias a Angel Micael Vargas Fernández, un argentino de veinte años que desde hace más de una década vive en Europa.
En la acción del rescate, Vargas Fernández cayó de forma violenta al suelo y también fue trasladado al centro de salud debido a las contusiones sufridas.
Los testigos contaron a la prensa que el joven no dudó, se acercó al balcón al ver al niño en peligro y logró atraparlo en el aire, evitando el impacto contra el suelo, que pudo haber sido letal.
El niño había trepado al balcón y estaba asomado para afuera aferrado a la baranda y colgando en el vacío mientras gritaba atemorizado, contaron los vecinos que presenciaron la escena.
Cuando el joven vio que el nene había trepado al balcón y estaba asomado para afuera aferrado a la balaustrada y colgando hacia el vacío, mientras gritaba de terror, Vargas Fernández primero llevó debajo del balcón una furgoneta Mercedes, que acababa de lavar y se subió para acercarse. Entonces el pequeño se movió y perdió el equilibrio. Mientras caía, el argentino tuvo reflejos para saltar de la camioneta y aferrarlo en el aire, cayendo al suelo en una posición para proteger al pequeño del impacto contra el piso.
Horas después se supo que el niño había quedado sólo en la casa por unos minutos, informaron las autoridades italianas.
Vargas Fernández nació en Argentina y desde hace 12 años está en Italia, con residencia en Sordio (Lodi), dijeron las autoridades. Estudia informática en los cursos nocturnos de Itis Volta de Lodi, y trabaja como empleado en el área de lavado de autos de una estación de servicio próxima de donde cayó el menor.
Los testigos dicen que el niño antes de caer gritó por algún tiempo, probablemente asustado por el hecho de darse cuenta de que no había nadie en casa con él.
Lodi, vale precisar, es un municipio de unos 43 mil habitantes de la región lombarda centro-meridional.
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