Ganadores y perdedores de la escalada del “oro negro”

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Londres

Los precios del petróleo registraron ayer su mayor disparada durante una sesión desde 1991 tras los ataques con drones a instalaciones petroleras en Arabia Saudita. ¿Quiénes ganan y quiénes pierden con esta subida brutal y el aumento de tensiones geopolíticas?

14,7 %
de suba del WTI. Al cierre de la jornada, el petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró a 62,90 dólares.
14,6 %
de suba del Brent. Al cierred e la jornada, el petróleo Brent cerró en 69,02 dólares por barril.

 Arabia Saudita, la gran perdedora

El ataque pone en entredicho la capacidad del reino saudí para proteger sus instalaciones petroleras, de las que dependen principalmente sus ingresos, pese a haber invertido masivamente en su seguridad.

El proyecto de salida a bolsa de Aramco, la empresa pública propietaria de las instalaciones, podría sufrir las consecuencias sobre su valor: si la empresa, sus infraestructuras y sus reservas están en riesgo, “los inversores querrán más por su dinero”, considera Neil Wilson, analista de Markets.com.

  Nuevo revés para China

China, que ya está sumergida en un conflicto comercial con Estados Unidos, podría ver este ataque impactar en su economía, muy ávida de energía y por lo tanto altamente dependiente de los precios del petróleo.

  Irán, amenazado con represalias 

Irán, golpeado por las sanciones estadounidenses que le impiden vender su petróleo al extranjero, es acusado por Estados Unidos de ser el responsable del ataque. Trump amenazó con represalias contra la República islámica.

  Los consumidores, perdedores

En algunos países, “podemos esperar con bastante rapidez un aumento de 4 o 5 céntimos” de euro en el precio final para el consumidor de nafta y gasoil, afirma Francis Duseux, presidente de la Unión Francesa de Industrias Petroleras (UFIP).

Al impactar en los bolsillos de los consumidores, esta disparada de los precios del combustible podría perjudicar a la economía mundial en su conjunto.

⇒ La OPEP, entre dos aguas

El ataque disparó los precios del crudo, que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) intenta mantener altos desde hace meses prometiendo limitar su producción. Además, los países miembros y sus socios deberían estar listos para cubrir la falta de producción saudí, lo que les daría más ingresos. Pero la tensión entre Arabia e Irán evidencia desacuerdos en el ente y daña su reputación como regulador mundial.

⇑ EE UU, ganador pero con riesgos 

EE UU debería beneficiarse de este ataque contra el gigante saudita, gracias a su producción de hidrocarburos, la mayor del mundo debido a la explotación masiva del petróleo de esquisto (que se extrae con fracking), según analistas. Si bien los altos precios servirán para sostener el crecimiento de la producción estadounidense, algunos expertos piensan que podría pesar en ese crecimiento que ya está a media máquina.

⇑ Rusia, bien posicionada 

Como socio de la OPEP y segundo mayor exportador de petróleo, Rusia figura “definitivamente entre quienes están dispuestos a llenar el vacío si es necesario” y por lo tanto debería beneficiarse a corto plazo, estiman analistas.

Sin embargo, matizan que “hay que ver en qué plazo logra Arabia Saudita relanzar su producción”.

 

 

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