Se reabre el Parlamento británico tras un fallo de la Corte contra Johnson

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LONDRES

La justicia británica asestó ayer un golpe implacable al primer ministro Boris Johnson al considerar “ilegal” y “sin efecto” su decisión de suspender el Parlamento hasta los días previos al Brexit, tras lo cual se multiplicaron los llamados para que renuncie.

Johnson, que se encontraba en Nueva York para la Asamblea General de la ONU, afirmó estar “profundamente en desacuerdo con lo que los jueces dictaron”. Sin embargo, “éste es obviamente un veredicto que respetaremos”, aseguró.

Tras tres días de vistas y cuatro de deliberación, once jueces de la Corte Suprema dictaminaron unánimemente la suspensión parlamentaria como “nula y sin efecto”. “Fue ilegal porque tuvo el efecto de frustrar o impedir la capacidad del Parlamento para llevar a cabo sus funciones constitucionales sin una justificación razonable”, dictaminaron.

En consecuencia, los diputados volverán al trabajo hoy miércoles, anunció el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, quien había denunciado la medida como un “ultraje constitucional”.

Y se vislumbra un terremoto político para el controvertido primer ministro, hasta el punto que el propio Donald Trump consideró en EE UU que sería “terrible” que los planes de Johnson para el Brexit se vayan a pique.

En el congreso anual del Partido Laborista, en Brighton, también el líder de la oposición Jeremy Corbyn llamó al primer ministro a dejar su cargo. “Esta crisis sólo puede solucionarse con elecciones”, lanzó Corbyn. Sin embargo, Johnson no tendrá el apoyo laborista para convocar legislativas anticipadas -una decisión que precisa el voto de dos tercios de los diputados- hasta que se descarte totalmente el riesgo de un Brexit sin acuerdo el 31 de octubre, reafirmó.

Las dos cámaras del parlamento británico vieron sus labores suspendidas el 10 de septiembre y hasta el 14 de octubre, dos semanas antes del Brexit. Johnson afirmó que el receso era necesario para preparar y presentar su programa de política nacional, una práctica habitual cuando hay cambio de gobierno aunque solo suele prolongarse una semana.

Diputados y activistas proeuropeos lo acusaron de intentar amordazar a sus detractores y conducir al Reino Unido hacia una salida sin acuerdo de la UE. La suspensión provocó una ola de manifestaciones y varias demandas judiciales, que la Corte dirimió en su fallo de ayer. (AFP, AP y EFE)

 

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