Una manzana de Hernández, jaqueada por dos delincuentes jóvenes de la zona

Roban autos, en casas y hasta en un club de fútbol del barrio. Los vecinos ya no saben qué hacer ante la ola de delitos

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“Un menor de la zona y otro, mayor, que vendría de afuera”, según sostienen los vecinos de un sector de Hernández, son los causantes de una serie de robos que comenzó hace cuatro meses y se acrecentó en las últimas semanas.

Conforme a los testimonios de los moradores de la manzana comprendida entre 519 bis y 519 de 132 a 133, no tienen pruritos a la hora de salir a “hacerse la noche”.

María, una de las damnificadas por los recurrentes hechos, le reveló a este diario que “roban desde herramientas hasta lo que pueda haber dentro de un auto”.

La mujer, que vive en la zona hace tres años junto a su esposo y dos hijos, ya cuenta con más de un episodio delictivo en su cuenta personal. “Nos habían entrado a robar cuando estaba finalizando la obra de la casa. Por eso, tuvimos que apurar la mudanza y venirnos a ocupar” el inmueble cuanto antes, aseveró.

El fin de semana volvieron a ser víctimas de un hurto, cuando desconocidos rompieron la ventanilla trasera derecha de un Mini Cooper de su propiedad, para saquear el interior.

El vehículo “estaba estacionado en la puerta de casa, le hicieron estallar el vidrio con un pedazo de cemento y piedras”, detalló. Entonces, uno se metió y sustrajo “los espejos, las luces, lo que no pudieron sacar lo rompieron”, contó con bronca.

Asimismo, resaltó que “teníamos miedo que lo desmantelen y lo quemen”, ya que “en 133 e 517 y 518 queman autos, hasta hace poco había un cementerio de coches prendidos fuego”.

Por otro lado, indicó que “también pasa que saltan el paredón y te sacan herramientas, cualquier cosa que esté a mano”. Y pidió patrullaje para la cuadra de 519 bis entre 132 y 133, donde ayer fue atacado el club San Martín: “No pasa nadie por acá, los móviles policiales van por la 520 y no entran. Los ladrones saben que durante la mañana hay poca gente porque salimos a trabajar y aprovechan”, aseguró.

En el área tienen alarma comunitaria desde hace tres años. Además, “la calle la arreglamos nosotros, compramos los materiales y alquilamos las topadoras para que pasen. Lo mismo con las luminarias, que las colocamos nosotros”, consignó María. Ahora, finalizó, “estamos pensando en la posibilidad de irnos”.

Por su parte, Gustavo, uno de los encargados de la institución de fútbol infantil vandalizada en las últimas horas, refirió que “llegamos al club a las 8.30 de la mañana y vemos que nos habían robado la parrilla y un disco después de sacar del marco una ventana para entrar al buffet”. Eso no fue lo único que dañaron. También rompieron las canillas y la caja de luz. “Lo que se hace acá es todo a pulmón, con donaciones y trabajo. Por eso duele llegar y encontrarse con esto”, lamentó.

En el San Martín concurren más de 140 chicos del barrio, mayormente de recursos escasos, de las categorías 2015 a 2006.

“Hace poco que estamos ahí, hará dos años. Tiempo atrás quisieron entrar, los vecinos activaron la alarma vecinal y los obligaron a escapar sin hacer nada”, recordó Gustavo.

 

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