Guía para disfrutar de un tesoro natural, el Parque Ecológico

Reservorio de flora y fauna, propone talleres, visitas guiadas para hacer extensas caminatas. También impulsa el uso de la bicicleta para recorrer sorpresivos senderos

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Aunque muchos vecinos de la Región no lo sepan, desde el centro de La Plata, mediante un viaje de unos 20 minutos, es posible escapar del calor del cemento urbano para disfrutar de un espacio abierto bajo la sombra de la frondosa vegetación o emprender caminatas que alternan prolijos senderos con caminitos agrestes, desde los que se puede husmear el hábitat de decenas de aves. Se trata del Parque Ecológico de Villa Elisa, ubicado sobre el Camino Centenario, un reservorio de flora y fauna pampeana de 206 hectáreas que está al alcance de todos.

El paseo es de entrada libre y gratuita y durante los fines de semana, esa gran muestra de estepa pampeana en la que predominan las gramíneas, llega a recibir a unos 5 mil visitantes. Allí también abundan los bosques de eucaliptos, los algarrobos, las palmeras y diferentes tipos de arbustos, en los que es habitual ver familias o grupos de amigos que encuentran una “sombrilla” natural para escapar del sol.

En su área de conservación, con distintas comunidades vegetales, la fauna local encuentra alimentación, refugio y el lugar para nidificar.

Los visitantes pueden desandar senderos parquizados o algunos que se internan por el cordón mas agreste del espacio. Además, el Parque Ecológico propone distintas actividades, como por ejemplo visitar la huerta orgánica, abierta de lunes a viernes de 8 a 13.

Todo está ideado para acompañar la agenda ambiental durante todos los días del año y hay un centro para abordar específicamente esas cuestiones con una perspectiva educativa y de interés para alumnos, desde el nivel inicial en adelante.

No solo se promueven las caminatas, también se puede andar en bicicletas -para el que no tenga, se prestan presentando el DNI -, o participar de clases de entrenamiento funcional, los lunes y miércoles de 14 a 15 o tomar clases de boxeo.

La ambientalista Virginia Page trabaja en ese pulmón verde desde que se abrió al público y remarca que resulta muy interesante la caminata de observación de aves, ya que hay contabilizadas algo mas de 180 especies diferentes. Previamente propone asistir a un taller que ofrece abundante información de ese tema.

“Todo el tiempo se está planificando algo. Año a año se promueve un concurso sobre el uso de energías alternativas y se reciben propuestas de alumnos de la Región, pero también se acompaña la agenda ambiental, se reciben contingentes de escuelas y se encara una tarea didáctica de cuidado del medio ambiente”, explica. Allí trabajan unas 100 personas entre profesionales, cooperativistas, personal de planta y contratados.

Claudio Fiorellino, el flamante director del Parque, se entusiasma hablando acerca del humedal del predio porque allí es posible encontrar, por ejemplo, varios patos macá, una especie en peligro de extinción.

“La idea es que los pequeños visitantes se vayan con la idea de que algo puede cambiar”

Virginia Page, Ambientalista

“Estamos llevando agua al humedal porque la obra hidráulica que se hizo desvió el curso, ese sector es de una gran riqueza natural, no solo se encuentran patos, también hay tortugas de agua, lagartos y otras especies. No está abierta al público, pero estamos por firmar un convenio con Astilleros Río Santiago para construir un puente que permitirá atravesar los 20 metros del canal que pasa cerca”, agrega el funcionario, que anticipa que el 23 de febrero está previsto que se corra la Eco Maratón.

Otro de los atractivos son los restos de una estancia centenaria o la casona que construyó hace 90 años una empresa de comunicaciones que aprovechó la elevación de esas tierras para colocar inmensas antenas de las que aún pueden verse las bases.

En la casona funciona el área administrativa y hay una sala de interpretación construida por artistas que trabajaron para Disney. En ese espacio hay muestras de nidos que se pueden encontrar en el parque y algunas especies embalsamadas; también, a través de una inmensa instalación que en su acceso simula un hormiguero se exhibe cómo está conformado el suelo - con abundante conchilla - y se ofrece información sobre la vida subterránea con grandes hormigas de peluche.

Al salir del hormiguero, se atraviesa un puente que cruza un lago y se aborda la temática de qué pasa cuando está contaminado y cómo se observa en estado natural. El circuito continúa con un bosque, un panal a escala humana y culmina con una colorida ciudad en la que se invita a reflexionar sobre los rellenos sanitarios y las actividades que dañan la capa de ozono.

El que quiera sumarse a alguna de las visitas guiadas deberá disponer de unas dos horas y media para recorrer un circuito que propone visitar la planta de tratamiento de efluentes domiciliarios y el sector agro ecológico donde está el vivero que fomenta la reproducción de especies nativas con las que se proyecta seguir reforestando el predio. Se aclaró que no se utilizan ni pesticidas, ni fertilizantes químicos.

Además se podrá ver a lo lejos el arroyo Martín, se continúa por las orillas y se hace el sendero del Bosque que conduce al sitio arqueológico.

En el Parque hay ceibos, tala, molle, eucaliptos y diferentes tipos de arbustos. Recientemente el área de Ingeniería forestal donó una buena cantidad de espinillos.

También se cuenta con un vivero en el que se producen lapachos y otros ejemplares que en oportunidades se intercambian con otros de diferentes viveros.

Un dato a tener en cuenta es que los vehículos solo pueden ingresar hasta las 22, después de ese horario es posible recorrer el parque a pie porque hay personal de seguridad las 24 horas.

A tener en cuenta
El Parque Ecológico se ubica en Camino Centenario entre 426 y 460. Para el ingreso con vehículos está abierto de lunes a domingo de 9 a 19 horas. Hay seguridad las 24 horas. Para consultas: (221) 473-2449

 

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