Ingeniería puso primera con récord de inscriptos: 3 de cada 4 son hombres

Las mujeres este año representan apenas el 25% de quienes ingresan a esa facultad. Es uno de los pocos casos en la UNLP

Edición Impresa

La escena resulta extraña para un caluroso lunes de enero. Pero sucede. Alrededor de un centenar de chicos y chicas escuchan atentamente al profesor, miran al pizarrón tapizado con fórmulas matemáticas y, calculadoras en mano, intentan diferentes cálculos. La situación, que tiene lugar en la tarde en una de las aulas del departamento de Electrotecnia de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata, es similar a la que desde la mañana han experimentado más de un millar de alumnos: en total, 1.800 inscriptos que desde ahora y hasta fines de febrero deberán cursar y aprobar la materia Matemática para Ingeniería (Mate Pi).

Esta asignatura, que es la primera para los ingresantes a las 13 carreras de Ingeniería, tiene como objetivo profundizar y nivelar los contenidos de matemática del Secundario. “A mí me encanta”, sonríe Natalia Priore, 17 años de Hudson y estudiante de Ingeniería en Computación.

Para Natalia, el primer día de clases fue intenso: como su carrera se dicta entre Informática e Ingeniería, de 9 a 12 tuvo que cursar en 50 y 120; y de 14 a 18 en 1 y 47. Pero en su rostro y en sus palabras no cabe otra cosa que ilusión: “Siempre me interesó todo lo relacionado con la computación, la matemática, la química y la física así que a mitad del año pasado me decidí a inscribirme. Entre otras cosas, porque me quiero ir del país; no quisiera seguir viviendo acá. Me imagino en Canadá, donde mi carrera es muy solicitada”, proyecta.

La joven sabe que integra una minoría: la de las mujeres que optan por alguna de las ingenierías. Según registros de la Facultad, de los 1.800 inscriptos, en promedio el 75 por ciento son chicos y el 25 por ciento, chicas. La brecha se ensanchó un poco con respecto al año pasado, cuando era de 70 a 30.

“Pero ojo -advierte el decano, Horacio Frene-, porque después las mujeres tienen mejor performance durante la carrera y se gradúan en mayor proporción que los hombres”.

Pero, ¿por qué se mantiene esta brecha? La profesora titular de “Mate Pi”, Rossana Di Domenicantonio, reconoce que Ingeniería es y fue “históricamente” para varones, “pero eso se ha revertido en gran medida”. Para Frene, se trata de carreras “que tradicionalmente la sociedad ha concebido para hombres y eso después atraviesa el pensamiento de la persona al decidir”. Como ejemplos cita Mecánica, Electricista, Electromecánica, Electrónica, Aeronáutica, Civil o Computación, “carreras en las que la cantidad mujeres tiende a cero y terminan inclinando la balanza”. Por el contrario, la paridad es mayor en Química, Industrial, Agrimensura y Materiales, entre otras.

La mirada joven de Natalia Priore aporta otra análisis: “Es cierto que somos pocas y creo que tiene que ver con que antes no se pensaba en el lugar de la mujer en carreras como estas. Yo creo que con la revolución femenina del último tiempo esto está cambiando”.

Como Priore, Facundo Cifuentes (19), de Berazategui, se anotó a la carrera de Ingeniería en Computación, interesado por el innovador “internet de las cosas”. Y, aunque sus papás psicólogos lo alentaron en la elección, asume que “todos lo recibieron con un cierto miedo, ya que está encasillada como una carrera difícil”.

Facundo dice que siempre le gustaron química y física, materias que incluye Ingeniería, mientras que a matemática siempre le tuvo respeto: “En la Secundaria no me iba bien, pero no por eso me iba a privar de anotarme en una carrera que quería hacer”. Y en esa línea, recupera las palabras de bienvenida del decano, que los instó a “ser tenaces para recibirnos y a trabajar en equipo, ya que nuestro terreno es más incierto que el de una Ciencia Social”.

Si una carrera de la Facultad de 1 y 47 creció este año, esa fue Ingeniería Aeroespacial, que de 122 inscriptos en 2019 pasó a 241 para este año. Aquí también, como se indicó, los hombres son mayoría. “Es una de las carreras con menos mujeres; el año pasado, de 122 anotados sólo 25 eran mujeres”, reconoce Valentina Ojer (20), que es de Verónica -pero vive en La Plata- y se anotó en Ingeniería Aeronáutica (la especialidad con la que egresó de una escuela técnica), pero decidida a orientarse hacia lo aeroespacial: “Me interesa mucho ese tema, porque no está todo explorado”, dice esta hija y nieta de pilotos, y que aunque es una fanática de los aviones, más la desvela, por ejemplo, la fabricación de cohetes.

La tarde declina y con ella las primeras cursadas de “Mate Pi” en Ingeniería. Valentina viaja con el pensamiento, sueña, proyecta, insiste: “Lo aeroespacial es todo una intriga. Quiero trabajar en alguna empresa fuera del país y vivir de fabricar máquinas que vuelen”.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE