En Gorina denuncian un fin de semana de terror por los robos

Los vecinos afirman que entre la noche del viernes y la madrugada del lunes hubo cuatro hechos delictivos. Todos ocurrieron “a metros de la Delegación”, destacaron

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Un grupo de vecinos de un sector de Gorina denunciaron que el último fin de semana se vivió un “festival de robos” en casas particulares, con cuatro hechos distintos en tres días.

Los delincuentes actúan siempre de la misma manera, según contaron en el vecindario: ingresan a las propiedades durante la noche y toman todo lo que esté al alcance de la mano en los jardines y galpones.

José María, de la zona de 489 y 138, fue una de las víctimas de esta serie de atracos y el elegido de los frentistas para ser una suerte de delegado. “Todavía no estamos del todo organizados. No tenemos grupo de WhatsApp ni alarmas vecinales”, le contó el hombre a este diario. Esa situación, aseguró, cambiará en lo inmediato.

“Entre la noche del viernes y la madrugada del lunes tuvimos una seguidilla terrible. Este era un lugar muy tranquilo, pero desde hace un tiempo empezamos a ver gente que no es del barrio deambular por las calles y ahí empezaron los hurtos”, detalló. En esa línea, añadió que “pareciera que durante el día observan y a la noche entran”.

Según pudieron establecer los damnificados, el área más afectada por esta ola de episodios delictivos se extiende desde 135 a 141 y de 489 a 485. De esos inmuebles se llevaron objetos diversos, bicicletas, cortadoras de pasto, herramientas.

Entre los moradores sostienen que “la completa falta de luminarias” es una ayuda para los delincuentes, que aprovechan las horas de oscuridad para “trabajar” sin ser vistos. José María resaltó que “hemos realizado varias presentaciones en la Delegación para mejorar esta cuestión, pero nunca nos aportaron una solución”.

La estructura está, aclaran, “lo que falta es reemplazar las leds que dejaron de funcionar”. Por otra parte, el vecino remarcó que “la nula iluminación sumada a que no pasa un patrullero ‘ni pintado’, les deja el camino libre” para delinquir. “Acá pasan más las ambulancias del SAME que los móviles policiales. Entiendo que estamos en pandemia, pero ya parece zona liberada esto”, se quejó.

“A principio de año”, continuó, “tuvimos arrebatos callejeros, pero se calmó eso con la cuarentena. Ahora es como si hubiesen pasado langostas, en un radio de seis cuadras saquearon lo que pudieron”.

Por ahora, los casos se mantienen bajo esa modalidad, en la que el ladrón no tiene contacto físico con la víctima. Para José María eso podría cambiar en cualquier instante: “En cualquier momento vamos a tener un problema más grave, con alguien lastimado”, refirió.

Asimismo, reclamó que “la Delegación nos tiene abandonados y tenemos una subcomisaría o destacamento que prácticamente no funciona”. Entonces, tomaron la decisión de “empezar a reunirnos y también estamos tratando de poner la alarma vecinal”, afirmó.

UNA BATALLA CAMPAL

A mediados de junio, en 137 y 484, se registraron dos violentos incidentes que estarían conectados y dejaron tres heridos de armas blancas. Por un lado, un hombre de 44 años sufrió graves heridas en la cabeza y en un pulmón tras ser atacado por un grupo de personas; por otro dos jóvenes 27 y 34 años internados -el primero por una puñalada en la región lumbar y el restante por un cuchillazo en el abdomen- en el Hospital San Roque de Gonnet.

 

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