El dólar en Cuba, un aliado indispensable para sobrevivir
Edición Impresa | 15 de Octubre de 2020 | 01:42

LA HABANA
Atahualpa Amerise
Tener dólares o no tenerlos equivale hoy en Cuba a conseguir o no alimentos variados, productos de limpieza e higiene personal, computadoras o electrodomésticos. Los cubanos -y su Gobierno- se lanzan por estos días a la caza del billete estadounidense, cuyo precio se disparó en el mercado informal.
Ahogada por la crisis y sin solvencia para importar los productos básicos que necesitan sus 11,2 millones de habitantes, la isla está inmersa en una “dolarización parcial” como estrategia para recaudar divisas y aliviar una situación de desabastecimiento cada vez más preocupante y generalizada.
LO BÁSICO, EN DÓLARES
Las autoridades cubanas no han puesto fecha a la unificación monetaria, pero aseguran que será inminente. Desaparecerá el peso convertible o CUC, equivalente al dólar según el cambio oficial, quedando como única moneda local el peso cubano o CUP, que se cotiza en 4 centavos y, como el CUC, carece de valor en el mercado internacional.
Mientras, las tiendas de electrodomésticos y cada vez más supermercados del monopolio estatal solo admiten pagos con tarjeta en dólares, denominados eufemísticamente MLC (moneda libremente convertible).
Los devastadores efectos sobre el turismo de la pandemia de COVID-19, el vencimiento del pago de la deuda al Club de París que Cuba no pudo asumir y las nuevas sanciones financieras de EE UU como parte de la política agresiva del presidente Donald Trump hacia Cuba, llevaron al límite su ya frágil e ineficiente economía.
“El Estado vio entonces que el único modo de vender alimentos era en moneda libremente convertible”, explica el economista cubano Omar Everleny.
Para recaudar divisas, los bancos estatales facilitaron la apertura de cuentas en MLC y ya más de 800.000 cubanos tienen tarjetas en esta denominación, donde reciben o depositan por lo general las remesas que envían sus familiares en el exterior.
Así, quienes tienen ingresos en dólares o euros pueden comprar en los comercios exclusivos en MLC, donde se ofrece una variedad limitada de productos que contrasta con las generalmente vacías góndolas de los supermercados y tiendas que aún aceptan las denominaciones locales.
“En las tiendas normales no hay champú ni pasta de dientes ni nada desde hace meses y de repente aparece de todo, pero solo se puede pagar con dólares. Me parece una burla”, protesta Claudia, una joven que depende de su salario en moneda local y dedica varias horas cada día a hacer largas colas en busca de artículos de primera necesidad para su familia.
Maylín, ama de casa de 35 años, también se queja: “Voy a la tienda a comprar (artículos de) aseo y me entero de que es en dólares americanos. Yo no tengo acceso al dólar porque no tengo parientes fuera que me puedan girar, no me pagan en dólares americanos y se me hace difícil comprar jabón”.
SOBREVIVIR CON “FE”
Para Pedro, sin embargo, la vida en Cuba no es tan complicada estos días: “No me afecta tanto como los demás porque tengo FE”.
Pedro no es religioso. FE son las siglas de “familiares en el extranjero”. “Me ayudan bastante a conseguir mucho más fácil los productos en tiendas MLC”, reconoce.
“Seguro va a haber una segregación entre aquellos que tengan FE y el cubano de a pie que trabaja para el Estado, supuestamente el pilar de la Revolución. El Estado seguro intentará equilibrar esa balanza, pero eso lleva recursos que ahora mismo no tiene”, opina este ingeniero cubano de 28 años.
Según el economista Omar Everleny, la actual política monetaria de Cuba implica “volver de nuevo al período 1993-2004, cuando lo que circulaba era el dólar y el CUP”.
“En 1993, Cuba ya entró en la crisis más profunda, el PBI cayó un 35 por ciento, el país estaba peor que ahora, pero estaba penalizado el uso del dólar. Ahí vieron que existen las remesas y que afuera había un millón de cubanos dispuestos a ayudar a sus familias, así que ese año despenalizaron el uso del dólar”, afirma.
“En las tiendas normales no hay champú ni pasta de dientes ni nada desde hace meses”
Quienes carecen de medios legales para recibir dólares o euros deben recurrir al mercado negro
En la calle, esta comparación causó cierto malestar. “Hace más o menos 20 años si tenías unos dólares en el bolsillo ibas preso. Ahora si no los tienes hay productos que nunca verás en casa”, comenta Amy, técnica en Relaciones Públicas de 24 años.
Otro inconveniente de la dolarización parcial cubana es que las casas de cambio estatales han dejado de suministrar divisas.
Así, quienes carecen de magnánimos parientes en el extranjero u otros medios legales para recibir dólares o euros solo pueden recurrir al mercado negro.
En Revolico.com, el portal privado de compraventa más popular en Cuba, las monedas foráneas se venden hoy entre un 50 por ciento y un 70 por ciento por encima de su valor oficial.
Complicaciones
Cambiarlas por cuenta propia también conlleva un riesgo. “En Cuba ahora no venden dólares y el que intenta comprarlos en el mercado negro puede ser acusado de tráfico de divisas e incluso ir a la cárcel”, explica una mujer cubana que ha recurrido a esta vía y prefiere no revelar su identidad.
De hecho, varios “traficantes de divisas” fueron arrestados por la Policía e incluso protagonizaron segmentos en el noticiero de la cadena estatal, que desde hace semanas dedica varios minutos a denunciar los más diversos delitos, desde especular con dólares hasta revender detergente, carne vacuna o combustible.
Mientras, algunos afortunados con cuenta bancaria en dólares aprovechan estos días para ganar un dinero extra alquilando sus tarjetas de débito a los cubanos faltos de FE, a cambio de una comisión en moneda local. (EFE)
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