Darían de alta a Donald Trump, que salió de paseo para saludar a sus seguidores
Edición Impresa | 5 de Octubre de 2020 | 03:07

WASHINGTON
El presidente de EE UU, Donald Trump, dijo ayer haber aprendido “mucho” sobre el COVID-19 que padece, antes de salir brevemente del hospital donde está internado desde el viernes para saludar a simpatizantes desde su auto.
“Aprendí mucho sobre COVID, lo aprendí al ir realmente a la escuela”, escribió Trump en un video en Twitter. “Esta es la escuela real. Esta no es la escuela de ‘vamos a leer libros’, y lo entiendo, y es algo muy interesante”.
Poco después, Trump salió del hospital Walter Reed, en las afueras de Washington, para una visita sorpresa a los partidarios reunidos afuera del establecimiento. Imágenes de video lo mostraron con una mascarilla y saludando a la multitud mientras pasaba en el vehículo.
“Creo que voy a dar una pequeña sorpresa a los grandes patriotas que están en la calle”, había anunciado antes de realizar el breve paseo. “Llevan mucho tiempo allí, tienen banderas de Trump y aman a nuestro país”, agregó.
MEJORÍA
En este marco, Trump “sigue mejorando” y podría ser dado de alta hoy lunes, dijeron ayer sus médicos, luego de informes contradictorios sobre su estado de salud.
El equipo médico del mandatario precisó que sus niveles de oxígeno habían bajado dos veces en los últimos días y que está siendo tratado con corticoides, pero dio una evaluación optimista de la salud y las perspectivas del presidente de 74 años.
“Desde que hablamos por última vez (el sábado), el presidente ha seguido mejorando. Como con cualquier enfermedad, hay frecuentes altibajos a lo largo de su curso”, afirmó el médico de Trump, Sean Conley.
El presidente ha continuado con sus tareas pese a su internación en el hospital, haciendo llamados y tuiteando desde el centro médico.
Conley dijo que el presidente había sido trasladado al hospital el viernes tras un “rápido avance” del COVID-19, con sus niveles de oxígeno bajos. Incluso recibió oxígeno antes de ser internado.
Brian Garibaldi, otro de los médicos de Trump, manifestó que el presidente había estado “de pie y andando”. “Si continúa sintiéndose y viéndose tan bien, tenemos esperanzas de poder darle de alta mañana (por hoy lunes) para que pueda continuar su tratamiento en la Casa Blanca”, dijo el médico.
El sábado en la noche, el equipo médico había dicho que el mandatario no estaba fuera de peligro, pese a manifestarse “cautelosamente optimista”, luego de declaraciones del jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, quien mostró preocupación por la salud de Trump, generando confusión.
Ese mismo día, el mandatario difundió por Twitter un video en el que aseguró sentirse “mucho mejor”, y señaló que volvería “pronto”.
Entre la noche del sábado y la mañana de ayer, Trump estuvo en comunicación telefónica con varias personas, entre ellas su subdirector de campaña Jason Miller, a un mes para las elecciones del 3 de noviembre.
Su hijo Eric Trump dijo igualmente haber hablado con su padre “sobre el nuevo plan de recuperación económica”. “No pensé que estaría de humor para una charla”, señaló.
El asesor de seguridad nacional Robert O’Brien también destacó el ánimo de Trump y señaló a la cadena CBS que cualquier discusión sobre una posible transferencia de poder al vicepresidente Mike Pence “no es algo que esté sobre la mesa”.
Aún hay dudas sobre el momento del contagio, y si podría haber expuesto a decenas de personas al COVID-19.
Una línea de tiempo confusa brindada por los asesores y médicos de Trump sugirió que se reunió con más de 30 donantes de campaña el jueves último en New Jersey, incluso después de enterarse de que su asistente cercana Hope Hicks había dado positivo, y solo unas horas antes de que anunciara su propia infección. La esposa de Trump, Melania, también tiene coronavirus, pero sin síntomas graves.
Un sondeo, realizado dos días después del debate presidencial con su rival demócrata Joe Biden el martes pasado, y antes de que se conociera la enfermedad de Trump, mostró que su índice de adhesión estaba llegando al punto más bajo en el año.
La encuesta de Wall Street Journal/NBC le dio a Biden una ventaja del 53 contra 39 por ciento entre los votantes registrados.
La internación de Trump generó simpatía generalizada, pero muchos consideraron que estaba pagando el precio por restar importancia a la gravedad de la pandemia.
Los médicos han tratado a Trump con dexametasona, un corticoide eficaz contra formas graves de COVID-19, además del antiviral remdesivir y el cóctel experimental de la empresa Regeneron. Pero no hubo detalles sobre el estado pulmonar de Trump por parte del equipo médico.
La polémica creció mientras tanto ayer, sobre la falta de precauciones de la Casa Blanca y la familia Trump contra el coronavirus, pero también sobre la decisión de que el vicepresidente Pence siga haciendo campaña. Él es quien tomaría las riendas del gobierno en caso de incapacidad de Trump.
Pence estuvo cerca de algunos contagiados, pero dio negativo al testeo de coronavirus. Y tiene por delante una apretada agenda. (AFP, AP y EFE)
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE