El apuñalador de Palermo “hablaba solo” y era “tranquilo”

A Sebastián Villarreal los vecinos lo definieron como un “pibe bueno y querido”. Su familia está en shock y reveló la infancia difícil del joven, que está imputado por tentativa de femicidio

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“Peligroso para sí y para terceros”, así calificaron a Sebastián Damián Villarreal (30) en el peritaje psiquiátrico al que fue sometido en las últimas horas, luego de que fuera detenido por apuñalar a dos bailarinas en una escuela de danzas del barrio porteño de Palermo. Según el examen médico, el joven sufre “alucinaciones” y continuará internado con custodia policial en el Hospital Tornú hasta que su salud mental le permita declarar por el hecho. Esto último recién sería posible cuando se encuentre en un “establecimiento de Salud Mental adecuado”.

Por otra parte, para el titular de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas 5 del Ministerio Público Fiscal de la CABA, Miguel Kessler, Villarreal tenía la intención de cometer un femicidio. Por ese motivo, basado en relatos de testigos, resolvió cambiar la imputación (hasta el martes era por “lesiones graves agravadas por ser la víctima una mujer, en contexto de violencia de género y en forma reiterada”) a “tentativa de femicidio reiterado”. La nueva calificación tiene penas de prisión de entre 10 y 20 años.

Ayer por la tarde, en el barrio de Berisso donde el joven vivía con su hermano mellizo, la tranquilidad cotidiana se vio alterada por la presencia de cámaras y reporteros que buscaban algún testimonio que pudiera ayudar a esclarecer la situación. Pocos vecinos quisieron hablar, y los que lo hicieron pintaron un cuadro que pocos esperaban.

Un hombre que prefirió no dar su nombre le dijo a EL DIA que “soy de toda la vida de Villa Argüello, a los hermanos los conocemos desde que son chiquitos y la verdad es que son buenos pibes”. Otros dos vecinos, también de la cuadra de 126 entre 62 y 63 donde residían juntos Sebastián, su hermano Marcos y la abuela de éstos; repitieron lo mismo casi palabra por palabra.

Alejandra, la tía abuela de los jóvenes, se manifestó en esa línea: “Es una cosa que no lo puedo entender, estoy shockeada como estamos todos en mi familia, no sé qué le pasó a este chico por la cabeza, no entiendo nada”.

Ella se enteró “por los medios” al igual que Marcos, quien vio el ataque por televisión: “Nunca en mi vida lo había visto así”, aseguró.

Sebastián y Marcos Villarreal “vivían en Mar del Plata, con su madre, pero no tuvieron una buena vida. La mamá está internada en un psiquiátrico y la Justicia los trajo acá, donde estaba el padre”, explicó Alejandra. Cuando ellos todavía eran adolescentes, la pareja del papá se recibió y ambos se mudaron a Neuquén, pero los hijos no quisieron acompañarlos.

Ya en Berisso, “fueron a una primaria especial y después fueron al secundario. Pero en la Facultad no pudieron seguir porque era muy difícil para ellos”, agregó. No obstante, los dos hicieron su propio camino. Marcos “trabaja muy bien como periodista deportivo” y Sebastián “hizo el curso de árbitro y dirigía los fines de semana”, detalló. Para Alejandra se trata de “chicos sanos, deportistas” a los que “nunca los vi pelearse con nadie, eran dos niños”. Por eso creen que el agresor “tuvo un brote psicótico”, reflexionó.

Sobre el ataque, Marcos y su tía esbozaron una posible explicación que apunta al confinamiento obligatorio decretado por el Gobierno como posible causante. A ese respecto, apuntaron que Sebastián había comenzado “a hablar solo” que “tenía ese tic”. El primero en notarlo fue su hermano, aunque lo atribuyó exclusivamente a la cuarentena. “Nunca tuvo novia”, remarcó.

En tanto, indicó que el ahora apresado por intento de femicidio “no estaba en la actualidad en tratamiento” y que “él no contaba nada, era muy reservado” por lo que en su entorno familiar no tenían conocimiento de su supuesta fijación con la bailarina Julieta Antón.

Por otro lado, Alejandra reveló que “ayer al mediodía (por el martes), como todos los días, estuve con los tres y los vi normales”. La abuela “no sabe qué pasó, la matamos si se lo contamos. Por ahora le dijimos que Sebastián se había quedado en la casa de un amigo”, relató.

Marcos, por su parte, dejó un mensaje para las víctimas: “Gracias a Dios están bien las dos chicas. Les pido disculpas a ellas y a sus familias, es lo único que se me ocurre”.

 

 

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