Miles de años evolucionando a la par
Edición Impresa | 15 de Noviembre de 2020 | 02:44

Edit Núñez
Veterinaria clínica
A lo largo de las últimas décadas la longevidad aumentó tanto entre los hombres como entre las especies domésticas en general. Pero es sin duda en los perros, por ser el animal de compañía por excelencia, donde más se ve.
Miles de años evolucionando a la par del hombre como animal doméstico han llevado a que hoy los perros tengan una vida muy estrechamente vinculada a los entornos familiares, al punto de ser considerados un miembro más.
Eso ha permitido que la gente conozca mucho sobre sus conductas habituales y advierta enseguida cuando, al envejecer el animal, hace algo que no es habitual en él. Es muy frecuente que la gente traiga a la consulta perritos viejos porque de pronto comenzaron a orinar en tal o cual lugar, a no responder a los estímulos de siempre o a dormir más, todos indicadores de una posible pérdida de la función cognitiva. Y esto es algo nuevo, que antes no se veía porque los perros vivían menos y no solían estar tampoco dentro del hogar.
Ese deterioro cognitivo que suelen presentar no es muy diferente al que podemos sufrir los humanos al envejecer y es probable que tenga que ver con el hecho de que compartimos el mismo ambiente: la misma calidad de agua, la misma contaminación y también el nivel de estrés.
El vivir en una relación tan estrecha a hecho que el estrés que afecta a las personas también afecte a sus perros. A veces hasta se observan en ellos patrones de ansiedad que no existen fuera del ámbito de la domesticación y que hablan más de las personas que los cuidan que de los animales en sí.
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