A la hora del recuento, ¿qué podría salir mal?

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El desarrollo de las elecciones en EE UU solía ser más fluido cuando la gran mayoría de las personas votaban el día mismo en un centro electoral y sus preferencias eran contabilizadas automáticamente por una máquina.

Pero este año, la pandemia de COVID-19 implicó un aumento del voto por correo o anticipado, lo que supone un desafío técnico, humano y también legal en miles de jurisdicciones, que tienen sus propios procedimientos y reglas.

Este escenario implica que muchas cosas podrían salir mal si las elecciones del 3 de noviembre son muy reñidas. Si se desatara una batalla legal, como en el año 2000, la disputa debería dirimirse en la Corte Suprema.

Muchos más demócratas que republicanos prefieren votar por correo y el partido de Trump lanzó varias querellas legales para limitar esa opción.

En las últimas elecciones, cerca un 1 por ciento de los votos por correspondencia fueron rechazados, una cifra que podría subir este año con cientos de miles de votos disputados. La elección de 2000 se decidió por 537 votos.

PANORAMA ELECTORAL

Este año la participación total podría sumar 150 millones de personas y la mitad de los sufragios podrían ser emitidos anticipadamente.

Nueve estados y la capital, Washington DC, envían automáticamente votos por correspondencia a todos los electores. En otros, es responsabilidad del votante pedirlos.

La mayoría requiere rellenar el sufragio, ponerlo en un sobre, firmarlo y enviarlo por correo o colocarlo en urnas especiales. Pero algunos estados exigen una “funda” para la privacidad y otros requieren de testigos, por ejemplo.

Los votos en los recintos electorales son contados automáticamente y en la mayoría de los casos los resultados son anunciados rápidamente.

Pero los votos por correo implican un proceso laborioso en el cual cada estado tiene normas propias. Algunos estados sólo aceptan votos que llegan hasta el día de la elección, otros siguen contando sufragios hasta diez días después.

Debido a la carga que esto implica para el Servicio Postal, algunos estados han alargado el período en el que aceptarán votos. Y el proceso de verificar firmas, abrir sobres y retirar y contar los sufragios varía de estado a estado.

El primer cuello de botella de este proceso es el Servicio Postal, que tuvo recortes de personal y de presupuesto, y podría tardar días en contar los sufragios. (AFP)

 

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