Los líderes del G20 prometen garantizar el acceso de los países pobres a la vacuna
Edición Impresa | 23 de Noviembre de 2020 | 02:03

RIAD
El G20 se comprometió ayer tras una cumbre virtual de dos días, a aportar los fondos necesarios para financiar el acceso de los países más pobres a la vacuna contra el COVID-19.
En la declaración final el grupo, que aglutina a las 20 principales economías del mundo, aseguró que aportará los fondos que todavía le faltan a la iniciativa COVAX, mediante la cual los países de ingresos medios y altos pueden financiar a los más pobres para que reciban también vacunas contra el nuevo coronavirus.
Este instrumento todavía requiere de 28.000 millones de dólares en financiación, de los que 4.200 millones se necesitan antes del final del año. “Nos comprometemos a satisfacer el resto de necesidades de financiamiento global”, indica el documento.
Sin embargo, el texto no incluye nuevas medidas para aliviar la situación de las naciones más desfavorecidas, pese a que era uno de los puntos más importantes de la agenda.
La declaración final se limita a reiterar otras medidas ya adoptadas a lo largo del año por el Grupo de cara a los países más vulnerables, como mantenerles la suspensión de la deuda hasta junio de 2021, obviando la solicitud hecha por la ONU hasta el fin del próximo año.
En cambio, hace un llamamiento al FMI para que “prepare un análisis sobre las necesidades de financiación externa en los países de bajos ingresos en los próximos años y de opciones financieras sostenibles”.
PRESERVACIÓN DEL PLANETA
Se expresa igualmente el compromiso de conjugar la recuperación de la pandemia con la preservación del planeta y la construcción “de un futuro más medioambientalmente sostenible e inclusivo”.
No obstante, en cuanto a la lucha contra el cambio climático, a la hora de abrazar el Pacto de París, este respaldo se circunscribe a los países firmantes del mismo, entre los que no está EE UU, cuyo presidente saliente, Donald Trump, ya se opuso el año pasado, con lo que rompió el consenso en la cumbre de 2019.
“El acuerdo de París no fue diseñado para salvar el medio ambiente. Fue diseñado para matar la economía estadounidense”, insistió Trump ayer al participar en un acto paralelo de la cumbre.
Por otro lado, durante su intervención en la cumbre, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se comprometió a proteger a la Amazonía y el Pantanal, dos biomas fuertemente golpeados este año por la deforestación y los incendios, y aseguró a sus colegas que podían contar con su país “para volver a un mundo más desarrollado y más sostenible”.
El G20 también hace una reivindicación explícita del multilateralismo, otro de los aspectos que se habían puesto sobre la mesa, tras el deterioro que sufrió durante el mandato de Trump.
APOYO A LA OMS
El G20 también le dio un espaldarazo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la que Trump retiró este año a EE UU tras criticar su gestión de la pandemia, al enfatizar el “importante accionar de las agencias de la ONU en materia sanitaria”, aunque agregó que “ “toma nota” de algunas falencias “en la preparación ante la pandemia” de los organismos internacionales.
Con la clausura de la cumbre concluye un año atípico para el G20, que ha celebrado la mayoría de sus reuniones y foros de forma virtual y que ha llevado a cabo por primera vez dos encuentros de líderes.
El G20 está integrado por Alemania, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, EE UU, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea.
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