En "La Fuerza", Agustina Paz canta una canción de fuego y agua

El nuevo disco de la pianista y compositora combina elementos del folclore, el pop y la música académica para explorar la intensidad, que, dice, no solo es explosión, sino también implosión

“La Fuerza”: el nombre del nuevo disco de Agustina Paz parece decirlo todo. Habrá potencia, energía, en ese conjunto de canciones. Los primeros acordes, el piano flotando sobre una base de percusión de nuestra música de raíz, la voz suave de Paz, parecen contradecir esta idea. Pero Paz dice que no hay contradicción. Que no hay un solo tipo de fuerza. Que está el fuego, pero también el agua; la explosión, pero también la implosión. Y que el camino es el equilibrio de fuerzas, el equilibrio que reflejan ese conjunto de canciones que fusionan folclore, pop, música académica: la música como comunión, como reunión, no como división y choque.

Cantante, pianista y compositora, Agustina Paz, que presentará “La Fuerza” mañana, desde las 21, en un show por streaming que realizará desde el Xirgu (entradas por Nube Cultural), comenzó a tocar el piano de forma intuitiva a los 4 años en Norberto de la Riestra, el pueblo donde pasó su infancia, y desde entonces nunca frenó: estudió música académica y musicoterapia, tuvo su primera banda de rock a los 14 años, exploró el jazz, el tango, viajó a Cuba para incursionar en la música afrocubana… Los viajes llegaron a su destino en 2009, cuando inició su carrera solista con “Bosques del Desierto”.

Vendrían luego “El Paztiche” y “Yugo”, además de numerosas colaboraciones y trabajos para el cine, la televisión y la radio (la canción “Urban Art for Peace”, compuesta para la paz con una letra que parte de mensajes de artistas urbanos de Alemania, Francia e Inglaterra, fue cortina del programa “Lanata sin filtro” por Radio Mitre). Y, este año, “La Fuerza”.

“Me había quedado con ganas de hacer un disco poderoso, de indagar en la intensidad. Y justo coincidió con que empecé a descubrir el mundo de Oriente y la práctica del tai chi, que son herramientas que potencian”, explica la semilla de su álbum Paz, en diálogo con EL DIA, y explica que el tai chi influyó porque “no es solo la práctica física: uno va entrando en una conexión con cosas más profundas. ¿Cómo está la relación con tus raíces, tu origen, la conexión con la tierra? Esas preguntas me fueron llevando a las canciones que compuse”.

Buceando por sus raíces, “empecé a explorar con rítmicas folclóricas, con los orígenes de la música argentina, siempre desde el pop y desde la música académica, que es mi lenguaje. Fue como una reunión de todos los elementos que soy, y eso también me lo dio Oriente: somos fuego, somos agua, somos metal… Creo que en la medida que los elementos se van reuniendo, se va volviendo todo más enérgico”.

En esa reunión, claro, Paz fue descubriendo “la importancia de priorizar ciertos elementos. El fuego está muy relacionado a lo masculino. El agua, en cambio, está relacionada con el cuidado, con la humildad, con aceptar, incluso lo que no te gusta, tener un espacio de escucha, otro tiempo: fui llegando a entender la necesidad del agua a nivel personal y también a nivel social, porque esto que está pasando muestra que el mundo está necesitando escuchar más esta mirada. La tierra, que también es un elemento relacionado a lo femenino, está hablando: creo que hay un equilibrio por sobre nosotros, y quise plasmar en el disco algo de toda esta aventura, de observar todas estas cuestiones”. 

Lo que buscó plasmar Paz parecía susurrarle al oído al escucha desolado por la pandemia: “Uno es un medio, cree que hace las cosas pero en realidad se hacen a través de uno”, dice Paz al respecto. 

“Creo que los grandes artistas son los que se ponen disponibles para bajar a la tierra lo que la tierra necesita”, agrega. “Ahora es el momento de la naturaleza, del equilibrio: yo pensaba hablar de la fuerza de las mujeres, por eso invité tantas mujeres, porque justo coincidía con un lucha fuerte de las mujeres que iban ganando espacios… pero reflexionando, con más perspectiva, me doy cuenta de que es el momento para lo femenino, más allá de lo feminista”. 

Ese plan inicial, de retratar en un disco la potencia feminista, que luego se transformó en un disco sobre la fuerza femenina, fue lo que impulsó a Paz a convocar a Lucy Patané (reciente ganadora del  Premio Gardel en la categoría Mejor Disco de Rock Alternativo) y Loli Molina. 

“Era importante la participación de Lucy Patané, porque para mi es el fuego en las mujeres”, dice Paz sobre una de sus invitadas. “En algún momento me sentí un poco débil: todavía es difícil, como mujer, llevar adelante un proyecto artístico, aunque haya un poco más de reflexión sigue habiendo prejuicio, está bueno que haya cambios concretos, como el cupo, estamos intentando hacer cambios y eso ya es un montón, pero todavía estamos en el jardín de infantes de esto. Entonces, estar cerca de mujeres fuertes, como Lucy, ayuda. Como intérprete es una Maradona de la guitarra, y como productora es innovadora, potente, creativa”.

De Loli, en tanto, dice que “es la fuerza hacia adentro: tiene el poder de lo íntimo, de lo implosivo. Siempre digo que es el futuro de la música: cuando estemos todos en un modo de cuidado, de tiempo para la escucha, para el detalle, la música de Loli va a estar donde creo que tendría que estar”. 

“Las dos me representaban estos factores que para mi eran tan importantes de poner en diálogo”, analiza la pianista y compositora que, mañana, se subirá al escenario del Xirgu para presentar el trabajo, junto a Mariano Prover en guitarra; Pablo Guarnieri, en batería, Rodrigo de Haro, en bajo eléctrico, y varios invitados “van a estar proyectados”.

“La idea es generar un viaje desde ese escenario, un concierto íntimo”, dice Paz del recital virtual. Sin público, claro, pero “intento rescatar la parte buena: van a poder ver esta presentación personas del interior del país, de México, de España. Eso está bueno, de alguna forma también reúne”.

“Se extraña el vivo, ese feedback: estamos aprendiendo a reinventarnos todos de alguna manera, está habiendo un giro en todos los modos culturales”, opina Paz, y agrega que “esto se va a quedar más allá de la pandemia”.

De la misma manera que elige ver el vaso medio lleno en cuanto al streaming, Paz dice que más allá de las dificultades de intentar sobrevivir en la música, que preexisten al COVID, y de los problemas más grandes que ha traído la pandemia al mundo, “es un momento donde el parar, nos hizo a los músicos detenernos, pensar qué es lo que tenemos para dar, qué es lo que queremos decir: venimos con una ola de sacar temas, producir, producir, producir… como pasa a todo nivel”. 

“Creo que tenemos que pensar un poco si es necesario todo lo que se produce”, cierra la artista- “Yo viví la pandemia reflexionando estas cuestiones, creo que varios colegas también… veremos qué sale de este año. Quiero confiar que todo es por algo, y que estamos aprendiendo”.

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