El Pincha le brindó un último emotivo tributo al gran Profesor Alejandro Sabella

Antes del inicio del partido se vivió un momento muy especial, con un muy cálido reconocimiento en el que cada detalle estuvo a tono

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Por FERNANDO ALEGRE

falegre@eldia.com

Era el primer partido en condición de local tras la desaparición física de Alejandro Sabella, pero no la primera (ni seguramente la última) muestra de profundo cariño y respeto para una de las glorias de la institución. Es por eso que el homenaje de Estudiantes a su “Profesor” debía estar a la altura, algo que logró con creces.

Minutos antes del inicio del partido, todo el plantel se acercó al círculo central vistiendo remeras negras con el número “10” en la espalda y una imagen del ex DT en el frente, con la leyenda “Alejandro Sabella Siempre”.

Allí, pacientes y con la misma emoción contenida que los jugadores y el cuerpo técnico, aguardaban Juan Sebastián Verón, Julián Camino, Claudio Gugnali, Pablo Blanco y Martín Gorostegui. Además de ellos, el máximo regalo de “Pachorra” al Club como DT, la Libertadores 2009, y una camiseta que supo utilizar en su faceta como jugador, con la que conquistó dos títulos.

A la par, un cuarteto de cuerdas especialmente conformado para la ocasión por Guillermo Rubino (Primer violín), Josefina Bugallo (Segundo Violín), Ricardo Bugallo (Viola) y Siro Bellisomi (Cello), musicalizó un tributo al que sólo le faltó la presencia de público para poder disfrutarlo y que fuera completo.

Tras ese primer momento, los intérpretes pasaron a tocar el Himno Nacional Argentino para acompañar un video que se emitió por la pantalla electrónica de UNO, encima de una gran bandera con la imagen de “Pachorra” y el mensaje “Gracias Profesor. De tu Estudiantes de la Patria”. En el mismo se recordaron grandes momentos de Sabella en el Club junto con algunas de las tantas enseñanzas que supo dejar, todas ellas, desde su propia voz.

“Cuando sentí el Club en el corazón, en el alma y en todas las células del cuerpo, fue en el día que asumí como técnico”, fue uno de los recuerdos elegidos para la ocasión.

Otro, mucho más vinculado a su personalidad como formador de la vida en general, rezó: “Uno, como entrenador (siempre lo he dicho), es una especie de educador. Trata de que los jugadores progresen. Y no hay manera de progresar como jugador si no se progresa como ser humano y como persona”.

El último, muy estrecho a su legado, apuntó a lo colectivo por sobre lo individual, una de sus eternas enseñanzas y la bandera que siempre levantó.

“El trabajo, el esfuerzo, la educación y el estudio tienen que ver con el futuro. Y el pensar en el otro, tiene que ver con la lucha por una sociedad mejor”.

Así, ese pequeño pero infinito momento de respeto y tributo, que duró cerca de diez minutos en total, encontró a todos los presentes recordando y apreciando el hecho de haber cruzado caminos con un hombre que hizo de la dignidad una constante, de la humildad una forma de ser y de la solidaridad su sentir en absolutamente todo momento.

Sobre el final, el aplauso cerrado de aquellos a quien marcó a fuego, terminó siendo la mejor despedida al “Profesor”.

 

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