La última Navidad como Presidente
Edición Impresa | 24 de Diciembre de 2020 | 02:23

Los partidarios del presidente saliente de EE UU, Donald Trump, están convocados a darle una calurosa bienvenida en el aeropuerto de Palm Beach (Florida), a donde llegará para pasar la última Navidad de su Presidencia en lo que pronto dejará de ser la “Casa Blanca de invierno”.
Después de su victoria en las elecciones presidenciales del 8 de noviembre de 2016, Trump le dio ese pomposo nombre a Mar-a-Lago, la mansión de estilo hispano-morisco que la millonaria Marjorie Merriweather Post mandó construir en los felices años 20 y que él transformó en un lujoso club privado.
Como un triunfante presidente electo pasó las Navidades y el Año Nuevo de 2016 y las de los siguientes tres de su mandato.
Hoy llega de nuevo por Navidad a su propiedad en el sur de Florida, pero en la situación opuesta a la de hace cuatro años. Del triunfalismo ha pasado a una recalcitrante negación de su derrota electoral acompañada de una catarata de denuncias de fraude masivo del que no ha presentado pruebas.
En Florida, sin embargo, Trump ganó al ahora presidente electo Joe Biden, y sus seguidores se lo van a recordar vitoreándole durante el trayecto de la caravana presidencial entre el aeropuerto a Mar-a-Lago, donde desde 2019 tiene su domicilio a efectos legales.
En este rincón del sureste de Florida con un clima benévolo incluso en invierno, Trump dedica mucho tiempo a jugar al golf, su deporte favorito, aunque también ha desarrollado actividades políticas y recibido a gobernantes extranjeros, como Xi Jinping y Jair Bolsonaro, presidentes de China y Brasil, respectivamente.
No se ha informado por el momento de las actividades que tendrá en esta visita, pero en anteriores fiestas navideñas la familia Trump ha asistido a una ceremonia religiosa el día de Navidad y participado en la fiesta de bienvenida del Año Nuevo que organiza su club.
El COVID-19 puede cambiar los cosas este año, al menos en lo que al templo se refiere. El escogido el año pasado solo hace ceremonias virtuales, pero la fiesta de Mar-a-Lago no se ha cancelado, de acuerdo al diario digital Palm Beach Post.
Según el dicho popular, a perro flaco todo son pulgas y a este Trump de finales del 2020 le han salido algunos covecinos que cuestionan que pueda tener domicilio en el club social, en el que convirtió la suntuosa mansión- y llamó Casa Blanca de iinvierno-. que compró en 1985 por unos diez millones de dólares. (EFE)
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