Salió por 3 días, quiso escapar y, antes de caer, robó otra vez
Edición Impresa | 9 de Diciembre de 2020 | 03:44

“Hasta mordió un vidrio”. El Policía seguía sorprendido cuando describía la larga secuencia del fin de semana, protagonizada por un convicto berissense que había conseguido, contra la opinión de un fiscal, una salida transitoria de la cárcel: el hombre de 30 años, que fue condenado por robo, intentó escapar cuando debía volver a la celda y en esas horas cometió otro atraco a una mujer, pero fue hallado y se resistió al arresto con golpes contra una patrulla y un agente.
El vendaval se desató este lunes, a media tarde, cuando la pareja del hombre -una mujer de 50 años-, se presentó ante la comisaría segunda para avisar que ella era la fiadora de la conducta del preso, pero había quedado fuera de su control al no subirse al micro que debía llevarlos a ambos a Magdalena, para que el hombre reingresara a la Unidad Penal Nº 36.
Ante el cuadro que se presentó en la comisaría segunda sobre el final de la tarde, los policías se comunicaron con la fiscal penal Betina Lacki (UFI Nº 2, en turno el lunes) y salieron a buscarlo con una actuación por “quebrantamiento de pena”.
Según contaron a este diario fuentes vinculadas con ese operativo, el convicto no había ido muy lejos: estaba en la casa de su pareja. Los policías se presentaron en la vivienda situada en Villa San Carlos y parecía que todo terminaba ahí.
Las cosas no fueron sencillas según lo que le contaron a este diario las fuentes: el preso se habría negado a subir a la patrulla, lo que habría dado lugar a un forcejeo fuera de control en el que uno de los agentes sufrió una “herida cortante en la pirámide nasal”. A la vez, el móvil terminó con un vidrio roto.
No fue solo eso. Lo subieron a una patrulla y lo llevaron a la seccional. De ahí a un examen médico y de vuelta en la comisaría se produjo otra novedad de la tarde.
Había dos vecinas que esperaban para hacer una denuncia y dijeron reconocerlo como el hombre que les había robado dos celulares y una riñonera con un llavero y algo de plata. Entonces, apareció la pareja del convicto con esos elementos en las manos.
Entonces, se inició otro capítulo de violencia. Según informó la Policía, el detenido cargó contra una ventana con la finalidad de romper el vidrio para intentar lesionarse. En ese contexto, se llevó una astilla a la boca, indicó un policía vinculado al caso.
Una vez que pasó la tensión y la violencia, fueron puestos en conocimiento de la situación la defensoría oficial Nº 4 y el juez de ejecución de la condena, José Villafañe. Finalmente, se dispuso el traslado hacia el penal. Ahora, suma una causa por daño calificado, hurto, lesiones y resistencia a la autoridad.
Una fuente de Tribunales indicó que el detenido había conseguido la aprobación del juzgado al pedido de salida presentado por la defensoría contra la negativa expuesta por el fiscal penal Álvaro Garganta, quien instruyó la investigación del robo que lo llevó a Magdalena.
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