Romper prejuicios y mandatos hasta que se convierta en algo natural

“Cuando me preguntan qué se siente ser mujer en este cargo, digo: ¿qué tengo que sentir de diferente?. En todo caso siento orgullo y responsabilidad porque se votó un proyecto de trabajo, pero no por ser mujer”, dice Pilar Peral García, directora del Conicet La Plata, quien afirma que la situación a alcanzar es que se natularice la presencia de la mujer en la investigación y en los espacios de decisión del ámbito científico.

Peral García dice que el gran problema de la mujer en la ciencia el hoy es el acceso a los cargos de gestión. Y que si ese obstáculo se percibe aún en el ámbito académico es aún más marcado en los organismos públicos y en el mundo empresario.

La dirigente considera, a su vez, que los avances no son pocos y se dieron en el lapso breve: entre los últimos cinco y diez años.

Los mayores son el aumento de la cantidad de mujeres investigadoras y la creación de espacios dedicados a la mujer y a las cuestiones de género en el mundo académico.

Enumera, seguidamente, varios motivos que inciden en que más mujeres sigan la carrera científica: los cambios en el rol de la mujer en la sociedad; la ruptura de mandatos históricos; el mejor reparto de las tareas del hogar y del cuidado de los hijos son algunos de ellos.

Doctora en ciencias naturales especializada en genética animal, investigadora y docente en la faculta de Veterinaria de la Universidad Nacional de La Plata, Peral García dice que 35 años atrás “era terrible para una mujer recién recibida tratar de entrar en un instituto de investigación. La primera forma de ingresar era hacer un aporte a la docencia y las normas de presencia para las mujeres eran extremadamente rigurosas. Se le exigía usar pollera obligatoriamente, estaba prohibido el uso de pantalón y la palabra de un hombre pesaba en esos ámbitos mucho más que la de una mujer”, relata.

“hoy todo acompaña el avance de la mujer”

Sobre el aujmento del número de mujeres investigadoras y su impacto en el mundo científico dice que “no se puede hablar de una feminización de la Ciencia. Y la idea es que no pase eso, sino que la presencia de la mujer se tome con naturalidad en la investigación y en sus espacios de decisión”.

“Hoy todo acompaña el avance de la mujer y podemos esperar que en un futuro próximo la aguja se vaya un poco para el otro extremo, pero sólo por un tiempo, para llegar luego a un punto de equilibrio en el que la presencia de la mujer esté naturalizada en el ámbito científico y en los espacios de decisión”.