La Plata y el proyecto oficial de las “capitales alternativas”

Osvaldo Dameno

Abogado

Hace pocos días el Presidente de la República expresó su intención de federalizar su gobierno haciendo reuniones de gabinete en distintas ciudades de todas las provincias.

Agregó la posibilidad de la apertura de oficinas y agencias nacionales en las ciudades elegidas y la idea de designar esas ciudades como capitales alternas.

Hasta aquí la información brindada por las autoridades nacionales. Pueden hacerse algunas consideraciones al respecto. La primera acotación es que el Presidente tiene derecho a celebrar reuniones de gabinete en los lugares y oportunidades que considere adecuados. Asimismo corresponde a su competencia la decisión de proceder a la apertura de oficinas o agencias nacionales donde lo considere pertinente.

La cuestión de las capitales alternas es otra cosa. Para la provincia de Buenos Aires han sido designadas La Matanza y Mar del Plata. Cabe consignar que algunas capitales de provincias integran la lista de capitales alternas. No así nuestra ciudad de La Plata, que no ha sido incluida en la nómina.

Es una decisión política la nómina de ciudades designadas pero es lícito plantear dudas acerca de los fundamentos o motivaciones que han llevado al PE a elegirlas.

Una falla indudablemente es que no se ha hecho público el fundamento de la elección de La Matanza y Mar del Plata, lo que vuelve frágil y discutible el tema, abriendo la puerta a distintas especulaciones. Entonces surgen dudas arguméntales.

¿Fue elegida La Matanza por haber sido ese municipio el refugio laboral de dirigentes del kirchnerismo durante la presidencia de Macri? Y en espejo, ¿fue postergada La Plata por haber sido esquiva electoral mente? ¿Y cuál fue el criterio con relación a Mar del Plata? ¿Miniturismo? ¿Vidriera?

En fin, en todo caso, la falta de motivación afecta la legalidad de los actos del Ejecutivo.

Aunque estamos ante anuncios verbales del Presidente conviene destacar muy especialmente que no está entre sus atribuciones la posibilidad de ungir capitales alternas.

Es pertinente recordar que la Capital Federal es un territorio cedido por la provincia a la nación en aras de la Unidad Nacional. Razón por la cual, con estas novedades, en nuestro suelo podemos llegar a tener tres capitales nacionales, una titular y dos alternas, lo que no luce muy atinado que digamos.

Para instituir cierto número de ciudades como capitales, aunque sean alternas, se necesita la intervención del Congreso y por supuesto el consentimiento expreso de la provincia.

Existe un cúmulo de asuntos que deben aclararse en forma legislativa. Hay que determinar por ejemplo las atribuciones nacionales en los distritos durante el lapso en que funcionen como capitales alternas. Seguridad, justicia, salud, educación etc. También está la discusión pertinente sobre si la Constitución Nacional permite éste modelo o lo tacha de nulo y de nulidad absoluta.

Es verdad que en estas líneas se ha forzado la argumentación a un límite cercano a lo razonable, pero la metodología sirve sin dudas para ejemplificar las consecuencias aún remotas de un exceso verbal o de una necesidad política de mostrar ideas innovadoras que debió tener un poco más de estudio y otro cauce más adecuado.

Todo lo dicho tiene como inevitable colofón la toma de conciencia que en forma imperativa los platenses debemos asumir. Se trata de la defensa a rajatablas de nuestra ciudad. Ni más ni menos. Se trata de tener un frente sólido que pueda resistir devaneos políticos trasnochados o interesados. Se trata de hacer valer nuestros derechos de capital provincial. Se trata de superar las falsas opciones políticas que bajan de la provincia y de la nación. Somos una sección electoral, la sección Capital. Tenemos mucha historia sobre nuestras espaldas. Mucha gloria, cultura y grandeza.

¿Llegará el tiempo que los platenses podamos conducir una de las ocho secciones electorales? Podremos hacerlo desde, para y por la Ciudad sin aislarnos de la política provincial y nacional? El tiempo lo dirá.

“Para instituir ciudades como capitales alternas, se necesita la intervención del Congreso y el consentimiento de la Provincia”