En la zona de los contenedores aún se ven cestos llenos de bolsas negras

Hace ya tres semanas que en la zona delimitada por las avenidas 44 y 60 y 7 y 13, en la que se instalaron los contenedores, ya no se retiran más los residuos de forma manual. Sin embargo, todavía muchos vecinos o bien no se enteraron o bien se resisten al cambio y siguen depositando las bolsas negras de basura domiciliaria en los tradicionales cestos.

La consecuencia obvia es que esos residuos se acumulan y, como nadie los retira, con el paso de los días generan mal olor y un foco infeccioso que deben padecer el resto de los frentistas.

Esa situación se da, por caso, en la cuadra de 59 entre 12 y 13, donde la Comuna colocó un contenedor, pero hay quienes siguen arrojando las bolsas negras en los cestos de siempre. Un vecino planteó, por caso, que a la altura del 865 hay un cesto que está “lleno de bolsas hace una semana, repleto de moscas y a nadie parece importarle”. El frentista dijo que si bien ellos arrojan la basura donde se debe, “hay gente que la deposita en los canastos y se acumula sin que se la lleven los recolectores”.

No obstante, el frentista también advirtió que “el contenedor está mal puesto. Lo pusieron a 20 metros de una esquina, o sea que en mi caso tengo que caminar 80 metros para tirar la basura. Soy una persona mayor y me genera dificultades. A mitad de cuadra había lugar, tendrían que haberlo puesto allí”.

Más allá de este caso puntual, una recorrida de EL DIA permitió observar que en todo el radio abarcado por el sistema que se ocupa de juntar la basura orgánica domiciliaria a través de contenedores todavía mucha gente arroja la bolsa negra en los cestos. De forma tal, que en esos canastos se ve residuos habituales acumulados que conviven con la bolsa verde, que sí debe depositarse allí.

Días atrás, consultados por este diario, funcionarios del área de Gestión Ambiental de la Comuna reconocían que, de acuerdo a lo observado en el seguimiento de esta nueva instrumentación, “la gente todavía no termina de incorporar el hábito”, aunque remarcaban que el sistema de contenedores es beneficioso en cuanto a “higiene, salubridad y estética”. “Donde hay contenedor no hay prestación manual”, remarcaban.