En la Provincia ya reprograman cirugías y adaptan camas para llegar a 5 mil de terapia

Es el número que ha puesto como objetivo el Gobierno bonaerense junto con los directores de los 77 hospitales provinciales

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Las estimaciones oficiales sitúan el pico de contagios por coronavirus entre fines de abril y principios de mayo. Es sabido que el país en general y la Provincia en particular cuentan con un sistema de salud pública frágil, y es por ello que se dictó la cuarentena cuando los casos no pasaban de un puñado. La idea es que ese pico no se genere de golpe y, así, permita a hospitales y otros centros de salud absorber bien la demanda. En tal contexto, en territorio bonaerense se trabaja para tener en breve unas 5 mil camas de terapia intensiva, según anticipó a este diario el director provincial de Hospitales, Juan Riera.

La secretaria nacional de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, dijo ayer que hablaron con los ministros de Salud provinciales y del sector privado “para empezar a suspender cirugías programadas y liberar camas críticas” con el objetivo de “estar listos ante un eventual incremento de consultas e internaciones”.

Riera aseguró que en territorio bonaerense empezaron a trabajar en esa línea hace diez días. “Ya mantuvimos tres teleconferencias con los directores de los 77 hospitales provinciales”, comentó, para explicar que han trazado “una estrategia con el fin de contar con unas 5 mil camas de terapia intensiva” para cuando lleguen los momentos más complejos.

Riera detalló que los hospitales provinciales cuentan con 800 camas de terapia intensiva, y que el primer paso fue “iniciar la reprogramación de las cirugías que ya estaban pautadas, siempre y cuando ello no complique el tratamiento y el cuadro del paciente”.

Entre los hospitales del interior y del Gran Buenos Aires, la “ocupación promedio es de entre un 60 y un 65 por ciento. Reprogramación mediante de cirugías pautadas, la disponibilidad aumentará de manera importante”, proyectó el médico.

En forma paralela, desde la cartera sanitaria pidieron a todos los hospitales que reconviertan camas comunes en camas de terapia intensiva. “Ya estamos entregando la aparatología necesaria”, aseveró, para indicar que básicamente se requieren de “cabezales” con tres bocas “destinadas a oxígeno, aire comprimido y aspiración”.

En otros casos, había camas de terapia intensiva que “no se utilizaban por falta de personal, una situación que ya estamos atendiendo”, puntualizó el funcionario.

La reconversión de camas comunes aportará 900 más de terapia intensiva.

A ello hay que sumarle, según contó Riera, unas “quinientas camas más entre las dieciocho UPAs (unidades de pronta atención) y los ocho hospitales modulares que ya se están construyendo”.

Los hospitales que dependen de municipios bonaerenses cuentan, en total, con 500 a 550 camas de terapia intensiva. Y allí también “se están reconvirtiendo camas comunes con la meta de llegar a tener otras 900 a 950 de terapia”, apuntó el profesional.

A ese universo hay que sumarle las 2.000 camas que posee el sector privado de la salud “con el cual en este momento se está actuando en forma coordinada”.

“Podemos llegar a las 5.000 camas de terapia intensiva. Es decir, aquellas destinadas a tratar a pacientes críticos, que requieran de respiración artificial y cuidados intensivos”, describió el funcionario del ministerio de Salud.

También refirió que “se están adecuando distintos espacios, como muchos consultorios externos y servicios de rehabilitación, entre otros, a efectos de que estén aptos para pacientes que necesitarán estar aislados, aunque no en terapia”.

Cabe recordar que en la Ciudad se están adecuando muchos sitios para recibir pacientes “no extremos”, tales como la República de los Niños y el Polideportivo municipal de Los Hornos. Mientras, se evalúa hacer lo propio en otros lugares.

4.600 agentes más de salud

Juan Riera afirmó que ya están recibiendo y analizando los curriculum vitae del personal sanitario que “viene respondiendo a la convocatoria que lanzó el Gobierno provincial” para completar el staff que se necesitará de cara al pico de la pandemia en el país.

En total se requiere de 4.580 trabajadores de la salud más, entre médicos, enfermeros, profesionales “asociados” a la medicina y auxiliares.

“Con esta convocatoria aspiramos a sumar 1.120 médicos, fundamentalmente terapistas, una especialidad muy específica”, subrayó. Y no muy extendida por cierto. Hay centros de salud que están atravesando muchas dificultades para conseguir esos profesionales. Asimismo se piden emergentólogos, clínicos y algunos pediatras, entre otros.

Además de los 2.000 enfermeros que faltan, la Provincia “tiene que sumar 660 profesionales más, como bioquímicos, y 800 auxiliares, entre choferes de ambulancias, camilleros, trabajadores de limpieza”, enumeró el funcionario bonaerense.

 

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