Chispazos políticos por la “bajada” en municipios del Gran Buenos Aires

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Por: Mariano Spezzapria
 

@mnspezzapria

Cuando promediaba la reunión, se empezó a escuchar el Padre Nuestro. Monseñor Carlos Tissera, presidente de Cáritas, inició el rezo y varios de los presentes lo siguieron. La inflexión religiosa contribuyó a bajar las tensiones entre los intendentes y las organizaciones sociales por el financiamiento de la asistencia alimentaria en los municipios del Gran Buenos Aires.

La disputa es histórica, pero con la irrupción del coronavirus y en medio de la cuarentena, el Gobierno está enviando al Conurbano una partida adicional de 1500 millones de pesos para solventar el refuerzo a los comedores, merenderos y también de planes sociales. En el territorio más densamente poblado del país, ese reparto forma parte de la política cotidiana.

Los intendentes y las organizaciones sociales –el Movimiento Evita, la CTEP, Barrios de Pie y la Corriente Clasista Combativa, entre otras- pulsean por canalizar la ayuda social que baja desde la cartera de Desarrollo Social. Ayer ese reclamo se hizo notar ante el ministro Daniel Arroyo con la ausencia de intendentes de peso como el matancero Fernando Espinoza.

Los jefes comunales reclaman que el Gobierno habilite la base de datos de los planes que manejan las organizaciones en cada distrito. Según pudo saber EL DIA, el planteo llegó directamente a oídos del presidente Alberto Fernández, quien lo delegó en Arroyo. En ese marco político se realizó el encuentro para establecer comités locales ante la emergencia sanitaria.

Aunque Arroyo, su colega bonaerense Fernanda Raverta, algunos intendentes –Mariano Cascallares (Almirante Brown), Fernando Gray (Esteban Echeverría), Juan Zabaleta (Hurlingham) y Gustavo Menéndez (Merlo)- y los jefes de las organizaciones enfocaron su atención en la necesidad de reforzar la entrega de alimentos en el Gran Buenos Aires.

“Estamos ante una situación muy particular y más que nunca se requiere unidad y coordinación para que la ayuda llegue a todos. Junto con la inversión de la tarjeta Alimentar y la asistencia a comedores y merenderos, creamos un fondo extra de 300 millones de pesos a los municipios para la compra de alimentos y de artículos de higiene”, dijo Arroyo.

Esos 300 millones de pesos extra para los municipios saldrán, explicaron fuentes oficiales, del fondo de 400 millones que ya se había anunciado el 17 de marzo para fomentar “bancos de materiales” en los barrios. Los intendentes utilizarían esa partida para comprar alcohol en gel y barbijos, que distribuirán entre el personal sanitario de los municipios.

La particularidad que tiene la controversia entre los intendentes y las organizaciones es que se integraran al Frente de Todos. El Movimiento Evita tiene dirigentes con oficina en la Casa Rosada y en el Ministerio de Desarrollo Social. Otros, como la CCC, colocaron candidatos en las listas legislativas y el histórico referente Juan Carlos Alderete llegó a la Cámara de Diputados.

“Hay algunos intendentes que no entienden que esto lo sacamos adelante entre todos”, se lamentó ayer Alderete en diálogo con este diario. Y dijo que los cortocircuitos no sólo se registran con jefes comunales del PJ, sino también con algunos del PRO. Alderete también alertó que la demanda de alimentos creció mucho en el Conurbano en medio de la cuarentena.

La red de ayuda alimentaria también está integrada por instituciones como Cáritas, que estuvo representada por monseñor Tissera, y congregaciones evangélicas.

Del encuentro en el edificio blanco emplazado en medio de la avenida 9 de Julio, también participó el asesor presidencial Alejandro Grimson, lo que reflejó la importancia que Alberto F. le da al Conurbano.

 

 

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