“El disfraz de normalidad dificulta denunciar la discriminación a la mujer”

“Las prácticas discriminatorias y violentas contra las mujeres son usos y costumbres a las que debemos desacostumbrarnos. Esa mala costumbre está en el día a día, y en las cosas más comunes sustentándose en un entramado social y cultural percibido cotidianamente como usual y normal. Su aparente naturalidad funciona como un disfraz perfecto que hace difícil su visibilización y denuncia tanto para quienes la padecen como para una sociedad entera que es partícipe necesaria muchas veces sin enterarse”, advirtió el viernes pasado la ministra de la Suprema Corte bonaerense Hilda Kogan.

Kogan se expresó así durante una Jornada por el Día Internacional de la Mujer y III Consejo Consultivo de Violencia Familiar y de Género, organizado por el máximo tribunal de Justicia.

Del encuentro, desarrollado en el salón auditorio de una entidad colegiada local, participaron el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Eduardo de Lázzari; el ministro de Justicia y Derechos Humanos provincial, Julio Alak; la ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual provincial, Estela Díaz; y el presidente del Colegio de Abogados anfitrión, Hernán Colli.

“Desde lo legal se ha avanzado más en el reconocimiento de los derechos de las mujeres que lo que se ha hecho a nivel de las conductas violentas a nivel social”, dijo Kogan para quien “es momento de que explicitemos las rupturas con esas costumbres”.

“Es tarea de quienes formamos parte del ámbito de la justicia poner en evidencia esas malas costumbres en cada oportunidad en que observemos una de ellas, señalarlas y reflexionar sobre ellas en cada ocasión en que presenciemos para deconstruirlas. Creo que si no rompemos ese pacto de agresión escondido tras el disfraz de una normalidad costumbrista no hay ley que nos proteja para que dejemos de ser potenciales víctimas de discriminación o violencia pues siempre llegará la justicia después de que la agresión se haya consumado”, aseguró la ministra.