“Fauda”: cómo los inocentes están condenados a pagar por los platos rotos en el conflicto palestino-israelí

Avi Issacharoff, creador de la popular serie, dijo que la tercera entrega, que llega el jueves a Netflix, es “la más compleja” de todas

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Un aliciente de este abril de cuarentena para los fans de “Fauda” es que el próximo jueves desembarcará en Netflix la tercera temporada de la serie israelí que ha cosechado elogiosas críticas y fans en todo el mundo.

En esta nueva entrega, el drama se posa en la Franja de Gaza -un enclave palestino controlado por el movimiento islamista Hamás y sometido a un bloqueo israelí- para mostrar el “alto precio” que han pagado los “inocentes” del conflicto palestino-israelí, según explicó uno de sus creadores Avi Issacharoff, durante una reciente entrevista con la AFP.

“La receta sigue siendo la misma, en su conjunto, pero esta temporada es mucho más compleja que las anteriores”, agregó Issacharoff, coguionista de la serie junto a Lior Raz, el protagonista.

Con semblante duro y cabeza rapada, en un estilo que recuerda a Bruce Willis, Lior Raz da vida a Doron Kavillio, agente de una unidad especial israelí infiltrada en los círculos palestinos.

“Los antagonismos están menos marcados” que en las temporadas anteriores, en las que se contó la caza de un responsable de Hamás y de un combatiente del grupo Estado Islámico.

Además, Issacharoff, que también es periodista, conoce bien Gaza, al ser uno de los pocos reporteros israelíes que cubre la actualidad palestina y al haber realizado reportajes en la zona antes del bloqueo.

“Vemos cómo gente que no quiere la guerra, que quiere vivir en paz, se ve atrapada, en contra de su voluntad, en el conflicto palestino-israelí y acaba tomando partido”, afirma Issacharoff, cuya serie alcanzó fama internacional pese a no ser una superproducción.

Una realidad “compleja”

Por su tercera temporada, el agente Doron Kavillio empieza su misión de infiltración en la ciudad de Hebrón, en Cisjordania ocupada. Allí, se hace pasar por un entrenador deportivo y, con la misión de acercarse a objetivos palestinos, manipula a Bashar, un joven boxeador con un futuro prometedor, a quien arrastra a una espiral infernal.

Sin ánimo de destripar el argumento, la tercera entrega de la serie llevará al equipo de Doron hasta la Franja de Gaza y desvelará un universo más complejo que el planteado por la retórica de Hamás y de Israel, que libraron tres guerras desde 2008 y que se siguen enfrentando con regularidad en tiroteos esporádicos.

“Quisimos mostrar el alto precio que pagan los inocentes a causa del conflicto”, explica Avi Issacharoff, pues “la realidad es más compleja de lo que imaginamos”.

Y para muestra un botón: en plena crisis del coronavirus se están observando acercamientos “oficiosos” entre Hamás e Israel, en el marco de una tregua, para luchar contra la pandemia, subraya.

Puesto que los israelíes tienen prohibido entrar en Gaza, las escenas que tienen lugar en el enclave palestino fueron filmadas en las ciudades árabes israelíes de Kfar Kasem y de Jisr al-Zarqa, así como en un campo de entrenamiento militar en el que el ejército construyó réplicas de las callejuelas gazatíes, explica Issacharoff.

A pesar de las tensiones, “para nosotros era importante no caricaturizar al enemigo” y mostrar que él también “sufre”, “llora” y “ama”, señala. “Esto es, cada vez, un desafío”, suma.

TENDER PUENTES

Fauda, retransmitida en Israel por la red YES, ha conquistado a la crítica y a millones de telespectadores de todo el mundo desde que Netflix la empezó a difundir en diciembre de 2016. Hace unos meses, el New York Times la distinguió como una de las mejores series extranjeras de la década.

Además, se ha convertido en un emblema de la capacidad de Israel para crear formatos originales y relativamente baratos.

“Quisimos mostrar el alto precio que pagan los inocentes a causa del conflicto”

Avi Issacharoff,
Autor

 

Su éxito se debe, sobre todo, a su realismo, pues los dos creadores fueron miembros de una unidad de élite del ejército israelí.

“Se trata de una ficción, aunque intentemos darle elementos de realidad”, puntualiza Avi Issacharoff, quien afirma haberse inspirado en Yahya Sinwar, jefe de Hamás en la Franja de Gaza, para crear los principales personajes palestinos.

Llevar a la pequeña pantalla una realidad compleja, con todos los pequeños matices del conflicto palestino-israelí, puede suponer un reto, pero el autor espera que la ficción sirva, al menos, para tender puentes entre ambos pueblos.

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