Tras la denuncia de abuso a un nene quemaron 5 casillas

Por el presunto ataque a un niño de 5 años demoraron a 2 adolescentes. Todo derivó en una gresca barrial y un incendio fuera de control

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Cinco casillas arrasadas por el fuego, una gresca barrial y dos menores demorados por presunto abuso sexual de un nene de 5 años, fue el resultado de una noche de furia en Berisso, donde tres familias se enfrentaron en dos jornadas distintas, con episodios que motivaron la intervención de la Policía, los bomberos y personal de la Municipalidad. En la madrugada del viernes la situación explotó y motivó una serie de allanamientos en el asentamiento situado detrás del Barrio Obrero, donde tuvieron lugar los hechos, y en los que hubo demorados según revelaron voceros oficiales. Por el momento, el caso, que es investigado por las autoridades y en el cual interviene la UFI N° 15 a cargo de la fiscal María Cecilia Corfield, fue caratulado como “incendio, amenazas y presunto abuso sexual”.

La chispa que comenzó esta cadena de incendios y represalias entre moradores de la misma vecindad se generó el miércoles último en la zona de 167 y 34, tras un altercado vecinal que llegó en forma de alerta al 911. Un móvil de la comisaría Segunda respondió el llamado y al llegar se encontró con una verdadera batalla en la que había involucradas unas 50 personas que se debatían “a los golpes, con palos y piedras”.

El trance era incontrolable para un solo patrullero y los oficiales, bajo las órdenes de sus superiores, se replegaron en espera de refuerzos que acudieron poco después. El apoyo fue recibido con ataques, pero los efectivos policiales pudieron controlar la escena y aprehendieron a dos de los supuestos instigadores. Restaba resolver la cuestión de la motivación. Fue entonces que, luego de entrevistarse con varios de los presentes e indagar a los demorados, el drama dio un giro inesperado.

Conforme declararon testigos a los uniformados, el ataque tenía su origen en un presunto abuso sexual perpetrado por dos adolescentes de 13 años en perjurio de un nene de cinco. Con esa novedad se inició una nueva pesquisa y en el sector los ánimos fueron sosegados. Al menos durante un día.

El jueves a la noche la bomba volvió a detonar, pero esta vez con consecuencias más graves y en dos esquinas distintas. La mecha se prendió en 34 y 165, donde un incendio consumió cinco viviendas precarias. Una familia de la zona había decidido hacer justicia por mano propia y acusaba a los propietarios de las casillas de cobijar a dos abusadores. Estos eran los mismos que, la noche anterior, fueron señalados por otras supuestas víctimas.

Cuando la Policía se hizo presente la guerra entre familias se había mudado a 167 y 34 y no daba cuartel. “No les dieron tiempo a hacer nada. Los bomberos apagaron las casas y se tuvieron que mantener al margen -más allá de calmar las aguas un poco- porque estaba muy pesado el ambiente”, le dijo una fuente oficial a este medio. Nada parecía detener a los agresores: “Andá a buscar la escopeta, vamos a prender fuego las que faltan”, gritó uno de los autores, según le confirmó un testigo a la Policía.

No obstante, en ese revuelo los agentes trasladaron a los menores a la seccional y ayer por la tarde se llevaron a cabo una serie de allanamientos en los que además hubo tres hombres detenidos y una mujer. “Secuestramos diversos elementos que son útiles para la causa”, detalló un pesquisa.

 

 

 

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