Pidió verdura para la sopa, hirió al dueño, robó y escapó

El asalto ocurrió en una verdulería situada en 10 entre 69 y 70. El propietario sufrió un corte en la cabeza por un culatazo. El ladrón se apoderó de dinero y tres celulares

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La cámara de seguridad de una verdulería de 10 entre 69 y 70 registró que, pasado casi un cuarto de hora de las 10 de la mañana de ayer, en momentos en que llovía, entró un hombre con una bolsa de las que se usan para hacer los mandados y con un barbijo cubriendo su boca.

Daba toda la sensación de ser un cliente como cualquier otro y seguramente eso habrá pensado el dueño del local, de 42 años, cuando le hizo el pedido.

Pero la farsa no duró más que un puñado de segundos, ya que mientras el comerciante se disponía a buscar la “verdurita para la sopa” que le había solicitado, el falso cliente sacó un arma de fuego. Acto seguido, le dio un empujón para meterlo en la trastienda de la verdulería.

“DAME TODO O ME LLEVO AL CHICO”

Durante la tarde de ayer, mientras el propietario del comercio descansaba, los empleados compartían unos mates con el hijo adolescente del verdulero en el fondo del comercio. Todos fueron víctimas de la amenazas pero el propietario del local, además, fue golpeado.

Matías Campos (25) uno de los encargados de la atención , indicó que “cuando el delincuente se dio cuenta de que el dueño no estaba solo, como habrá pensado al principio, se puso bastante nervioso”, dijo.

El empleado añadió que el delincuente “empezó a pedir la plata del local en forma desesperada”. Según el relato de Campos y lo que mostró el video que ya forma parte de la investigación, el ladrón no estaba alcoholizado ni bajo efectos de drogas.

En ese contexto, incómodo porque tenía frente a sí a cuatro personas apeló a las amenazas verbales para tratar de contener cualquier posible reacción de sus víctimas.

Al respecto, Matías reveló que “mientras apuntaba con el arma, le advirtió `dame todo o me llevo al chico”, el hijo de 16 años que se encontraba junto al resto de los intimidados.

“Quiero la recaudación, la billetera y los celulares”, reclamó el ladrón con tono firme en la voz.

Para infundir más miedo, “enseguida le pegó al dueño un fuerte culatazo en la parte de atrás de la cabeza. Y por el golpe le provocó una herida que empezó enseguida a sangrarle por el cuello”, dijo el empleado.

En el punto más alto de la violencia, le aseguró al verdulero que estaba dispuesto a “pegarle un tiro”, si no accedía a lo que le ordenaba, contó el muchacho.

El dueño de esta verdulería, que estaba junto a su hijo y tres empleados, optó por salir rápido de la situación entregándole dinero que había dentro de la caja registradora.

“No era mucha plata, por lo que comenzó a pedir que le diera `la que debés tener escondida`, decía este asaltante. Pero recién se calmó cuando pudo tener además en su poder 3 celulares nuestros”, comentó después Matías.

Al cabo de cinco minutos de robar, golpear y hostigar principalmente al responsable de ese negocio, el delincuente salió corriendo hacia la calle y encaró de ese modo hacia la esquina de 10 y 70.

Hasta ahí lo que pudieron observar los empleados y el comerciante que salieron tras sus pasos.

“Después lo perdimos de vista, pero seguramente lo habrán levantado en un auto o en una moto sus cómplices”, conjeturó Matías.

“QUEDÓ DOLORIDO Y MAREADO”

Mientras el vendedor conversaba con este diario en relación al asalto, en el fondo del negocio se encontraba durmiendo el titular de esta verdulería.

Cuando se le preguntó si tras el ataque había tenido que recibir atención médica en algún hospital o clínica, el joven reflejó que “quedó muy dolorido y muy mareado por el violento culatazo que el ladrón le dio detrás de una de las orejas. Y vino una ambulancia con personal del SAME”.

“Le hicieron algunas curaciones y le aconsejaron que, de todas maneras, se fuera a hacer ver a un centro asistencial porque consideraban que había que darle puntos de sutura en el corte sufrido”, puntualizó.

Sin embargo, el verdulero “no quiso dejarnos solos, después del susto grande que tuvimos. Y después de permanecer un rato despierto, por recomendación del SAME debido a que no era conveniente acostar tras semejante golpe, más tarde se acostó a dormir”, contó Campos.

Por último, recordó que “hace alrededor de 15 años que funciona acá la verdulería y han venido a robar un montón de veces”.

 

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