Medidas preventivas para garantizar el uso seguro del transporte

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El nuevo protocolo para el uso de colectivos, micros y vehículos de carga que acaba de establecer el Gobierno nacional, en el contexto de la pandemia que demanda la vigencia de diversas medidas preventivas y que, en este caso, fija frecuencias del servicio, normas de desinfección y otros recaudos ante la flexibilización de actividades que estaban paradas por la cuarentena, determina obligaciones que los responsables de las empresas, los choferes de las unidades y los pasajeros deberán cumplir. Como se sabe, la Municipalidad local adhirió a la vigencia de ese protocolo.

Tal como se informó, la disposición 28/2020 de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) publicada anteayer en el Boletín Oficial, aprobó el protocolo denominado “Plan de emergencia COVID-19 para el transporte automotor” que regula la frecuencias del servicio, periodicidad de la limpieza y otras medidas preventivas.

Al referirse al servicio de pasajeros de los colectivos, la disposición establece que la frecuencia corresponderá a la hora valle de cada día de la semana, es decir, al tramo de menor movimiento. Así, la frecuencia esperada será de entre 10 y 15 minutos. También dispone dos medidas de seguridad con respecto a la ubicación de los choferes, ya utilizadas en una gran cantidad de unidades: deberán estar aislados físicamente con un material transparente y mantener la señal de separación de 1,5 metros entre pasajeros que ya regía por el protocolo anterior.

Se estableció, además, la clausura de la puerta delantera del vehículo, que quedará para uso exclusivo del chofer, por lo que los ingresos y egresos del colectivo se harán por los accesos posteriores. En cuanto a las normas de desinfección, la norma ratificó la necesidad de hacerlo antes y después de prestar el servicio, sobre todo en las áreas de sujeción de los pasajeros (pasamanos); asimismo se prohíbe el uso de la primera fila de asientos y llama a mantener las ventanillas abiertas.

Para el transporte de carga también recuerda las normas previstas anteriormente: ventilación permanente, desinfección antes del viaje, no compartir utensilios (mate) y uso de protección básica.

Se dijo a principios de este mes que la gradual liberación de la cuarentena de algunas actividades, que ya regía y que iría sobreviniendo, podría convertir al uso masivo del transporte público en un verdadero dilema, de modo que la medida aquí reflejada apunta a resolver ese desafío sanitario.

Correspondería reseñar que las experiencias registradas en las primeras flexibilizaciones de la cuarentena permitieron advertir que en muchos transportes públicos no se vino cumpliendo con la distancia entre personas de 1.5 mts, entre otras situaciones problemáticas que se presentaron, en especial en el área metropolitana y en el Gran La Plata.

Frente a la capacidad de contagio que ha demostrado un virus para el que no existen fronteras que no pueda sobrepasar, los especialistas insisten en que la prevención es, por ahora, la única fórmula disponible.

Las restricciones impuestas por las distintas administraciones –aquellas que emergen de consistentes asesoramientos médicos y que rigen en casi todo el mundo- buscan, por cierto, preservar la salud y la vida de la población, fijándose obligaciones comunes que deben ser acatadas. Para que la población pueda regresar a su vida normal, es imperativo que todos los sectores cumplan, en forma estricta, los protocolos preventivos ya establecidos y los que se vayan determinando de ahora en más.

 

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