Los países ahora se pelean por los insumos médicos

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Ni la tradicional exhibición del poder de fuego, con aviones, barcos, tanques o misiles; ni la más moderna carrera espacial o la “futurista” guerra informática. Ahora la pelea está centrada en los insumos médicos.

El COVID-19 está haciendo estragos en todas partes del planeta y los países quieren asegurarse una dotación adecuada de barbijos, trajes de seguridad y, hasta respiradores artificiales, con la idea de hacerle frente, con alguna posibilidad de éxito, a las consecuencias devastadoras que muestra la pandemia.

Por eso hay fuertes pujas, reclamos y mucha tensión internacional, fundamentalmente con la mira depositada en China, lugar donde empezó a diseminarse el virus letal y paradójicamente se fabrican por millones esos pequeños trozos de tela que cubren la nariz y la boca y que ahora cotizan más que oro en polvo.

En ese contexto, no llama la atención que Francia pusiera el grito en el cielo por un cargamento que EE UU le habría “robado” en un aeropuerto chino. Y no sería un caso aislado, porque el comercio de los insumos médicos cotiza al mejor postor.

A tal punto llegó esta locura, que un ex primer ministro eslovaco contó que en su país tenían lista una valija con 1,2 millones de euros para adquirir mascarillas, aunque un intermediario alemán superó la oferta y se las llevó.

 

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