Angustia por un incendio que destruyó parte de la biblioteca infantil “Del otro lado del árbol”

El fuego comenzó en una presunta pelea entre personas en situación de calle. “Vamos a precisar ayuda”, dijo su fundadora

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“Estamos acá en el medio de la Biblioteca, medio mareada, sin saber por dónde empezar”, expresó Paula Kriscautzky, creadora en recuerdo de su hija del espacio cultural “Del otro lado del árbol”, que funciona dentro del sector cerrado del parque Saavedra (ver recuadro). Horas antes, las llamas habían consumido parte de la casa donde almacenan libros y en la que realizan las actividades con niños y jóvenes.

Fabián “Vasco” Andicoechea, vicepresidente del lugar, le explicó a EL DIA que “fue una desgracia con suerte, podría haber sido peor si no fuera por un amigo que justo pasaba por el lugar y le tiró algunos baldes de agua mientras llegaban los bomberos”.

El siniestro comenzó minutos antes de las 13 horas y sospechan que tuvo su origen en una discusión entre una de las parejas que utiliza esa parte del espacio verde como morada. Tras la riña, el hombre habría quemado los colchones y eso provocó que las llamas tomaran la edificación. Una fuente que trabajó en el incendio reveló que “en el parque hay mucha gente indigente que lo usa como vivienda” e indicó que “los colchones levantan mucha temperatura al prenderse fuego, por eso el calor que generó rompió una ventana y llevó las llamas al interior de la construcción”. Asimismo, señaló que “se propagó rápido, pero se pudo controlar a tiempo”.

Conforme revelaron los titulares de la biblioteca, las llamas fueron advertidas por Matías Streitenberger, quien enseguida dio aviso a las autoridades de lo que ocurría. En medio de la confusión y apremiados por la cantidad de libros que hay en el interior, vecinos comenzaron a arrojar baldes con agua a cada foco ígneo.

Poco después arribó una dotación de bomberos y controló la situación en instantes.

“ESTAMOS ANGUSTIADOS”

Tanto Kriscautzky como Andicoechea creen que no se trató de un acto vandálico, sino de una situación irresponsable. Y apuntan contra la falta de control y la “desidia” con que se maneja al predio que se extiende de 12 a 14 y de 64 a 68. “No fue un incendio intencional sino evidentemente una pelea entre gente en situación de calle. Se prendió una gran parte de la biblio, todo por supuesto recuperable, pocos libros por suerte, y los que están mojados los estamos salvando”, detalló la mujer ayer.

Por su parte, el Vasco señaló que “estamos cansados de tener que lidiar con situaciones de este tipo, en las inmediaciones se junta gente que es buena gente pero cuando consume ciertas sustancias pierde el rumbo y termina haciendo este tipo de cosas”.

De los 18 mil ejemplares que se guardan en la casita, calculan que se perdieron más de 180. Lo más afectado fue la construcción en sí. A ese respecto, Kriscautzky manifestó que “vamos a precisar muchísima ayuda porque se ha prendido fuego el aire acondicionado, las paredes, las ventanas. Todo un sector lo vamos a tener que reconstruir y vamos a tener que pintar casi todo”.

“Pedimos paciencia para que podamos organizar un poco los pensamientos y ver los pasos a seguir”, continuó, y añadió: “Estamos angustiados pero siempre todas las muestras de solidaridad y amor llegan y hacen que todo se alivie y se atenúe”. En tanto, Andicoechea convocó a la comunidad y aquellos interesados en enviar donaciones de libros o materiales de construcción para reabrir el local, se comuniquen con él al 221-5658093 y puedan combinar la forma de retiro.

Cabe recordar que el espacio creado en 2011 pasó por un hecho similar hace cuatro años.

 

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