El feriado le bajó el ritmo a la Ciudad y ayudó a que se cumpla el aislamiento
Edición Impresa | 2 de Mayo de 2020 | 03:23

Calles vacías, espacios públicos prácticamente desiertos, alguna que otra persona en busca de comida o productos de primera necesidad y no mucho más... Las escenas de lo que podría considerarse un día de cuarentena ideal, con los vecinos en sus casas, se observaron en la Ciudad durante el feriado por el Día del Trabajador. Y contrastaron con las observadas el jueves, cuando se vivió un verdaderos desmadre, que atentó contra la idea madre de resguardar a la población para evitar contagios por coronavirus.
Después de un incremento sostenido del movimiento en la Región durante los últimos días, con personas otra vez en las plazas, tránsito fluido de vehículos y una “flexibilización” de las medidas de confinamiento, el viernes transcurrió en otra sintonía. Y aunque esto fue posible por tratarse de un feriado y no por la abundancia de controles para custodiar que se cumpla el aislamiento, el resultado final colaboró en el resguardo contra el COVID-19, al exponer lo menos posible a las personas a los contactos.
Obviamente hubo excepciones, y se vio a parejas y amigos caminando en distintos puntos, como por ejemplo frente a río en Punta Lara. Pero fueron casos muy asilados.
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