“Nueva normalidad” en Italia según un pastelero platense: “Los comerciantes prefieren no abrir"

Por: Nicolás Lamberti

Samuel González tiene 40 años y desde Los Hornos llegó a Italia con apenas 170 euros en el bolsillo para pasar una vacaciones. Estudió medicina en La Plata pero se dio cuenta de que no era lo suyo y se mudó al bando de los gastronómicos. Se preparó, hizo experiencia y cuando quiso acordar, en ese descanso que decidió tomar en Europa allá por 2004, descubrió que había encontrado en la pastelería su gran amor. Estuvo cuatro años trabajando allá, volvió, recogió algunas cosas y regresó. Hoy vive en Verona, y es uno de los pasteleros más importantes de la región, trabaja en una multinacional y viaja por todo el mundo capacitando aprendices.

Pero en estos tres meses el infierno lo tocó de cerca a causa del Covid 19. Vio enfermar amigos y morir a decenas de conocidos, aunque de a poco es una cruel experencia que ya va intentando dejar atrás. Lentamente Italia va resurgiendo de las cenizas anhelando recuperar su economía y buscando retornar a esa “nueva normalidad” como fue llamada en Argentina.

La situación económica está mal, yo no la sufrí porque trabajo en una multinacional muy sólida” comentó Samuel y explicó cómo se fue dando la reapertura. "Se dio en tres fases: en la primera la gente salía a caminar sola o hacer deportes, en la segunda se abrieron los negocios de mayor necesidad y algunos bares y restaurantes, pero la gente no quiere abrir porque le cuesta más caro que estar cerrados ya que todavía hay miedo y las personas no se reúnen. Y en la tercera, recién hoy se liberaron las regiones para movilizarte ya que antes era con un permiso de trabajo o salud”.

Hay un poco de miedo porque en marzo fue un desastre. Yo en tres meses fui tres veces al supermercado. Se morían mil personas por día. Tengo un amigo pastelero que estuvo 15 días en coma sedado y dos meses internado con respirador. Me contó su experiencia y es horrible. Estaba con un pie en lo de San Pedro. Fue un desastre, se murió una generación de ancianos

Asimismo, agregó que la crisis es muy grande: “La crisis es grande en Italia, bastante grande. Yo trabajando en pastelería puedo ver que lo están sufriendo mucho. Pero la gente sabe de la situación, apoya la causa y compra todo lo que es italiano y fomenta el crecimiento en el país. Quedó mucha gente sin trabajo, aunque con la Caja de Integración, el gobierno paga el 80 por ciento del sueldo y no las empresas como para que puedan subsistir

Más allá de estos problemas, Samuel cree que habrá una recuperación y contó las medidas que se están tomando: “Creo que se va a revertir, porque está empezando a haber movimiento de a poco. Hay una ley de distancia social muy grande, hay posiciones dibujadas en el piso para saber dónde tenés que pararte en una fila, higienizantes por todos lados y la máscara es obligatoria. Muy despacio se está empezando a mover y la comunidad europea ha ayudado mucho a las empresas. Ya el 15 de junio abren los aeropuertos”

UN POCO DE HISTORIA Y EL SUEÑO DE VOLVER

Esas vacaciones que decidió tomarse Samuel en 2004 derivaron en el descubrimiento de una pasión que ahora le gustaría desarrollar en su país y en la ciudad que lo vio crecer. Sueña con poner a disposición de los que menos recursos tienen, todo su conocimiento para formar gente dentro de su oficio.

No fue una decisión de irme por trabajo, porque en La Plata trabajaba mucho en cocina y luego tomé la decisión de irme por vacaciones. Pero cuando llegué me gustó tanto que me quedé cuatro años antes de volver. Comencé a conocer cocineros buenos y a conocer la cultura gastronómica italiana. Hasta que siendo pastelero de restaurante conocí mi amor por la pastelería. Buscaba aprender y busqué lugares de alto nivel, que ganaba menos dinero, pero hacía lo que podía. Empecé a trabajar en pastelerías, panaderías y el restaurante. Pero para aprender trabajaba de noche en las panaderías y de día en restaurante. Dormía dos horas por día. Hasta que me ofrecieron trabajar en la panadería tras una pasantía gratuita y ahí comencé

Tras un largo recorrido, el pastelero comenzó a hacer una carrera fuerte: “Pasé de jefe de pastelería a otro lugar y en 2014 comencé a controlar la producción de un restaurante. Me fui a Barcelona y también fui jefe de pastelería. Hasta que me contrataron empresas que fabrican harinas y empecé a hacer demostraciones en Holanda, en España e Inglaterra”

Hoy su presente lo encuentra en Verona, desarrollando su talento en una multinacional donde fabrican levaduras para todas las panaderías del mundo: “Allí arranqué  mi experiencia como pastelero internacional. Hoy soy consultor y asesor para este molino, y doy clases en Asia, España y Sudamericana. Siento el orgullo de haber sido el primer pastelero de Italia que dio clases en China”, expresó el protagonista quien trabajó con los platenses Mauro Colagreco y Gonzalo Benavídes.

Ahora el sueño que tiene es poder contarle su experiencia a los más jóvenes, hacerles saber que se puede crecer a base del esfuerzo y sobre todo compartir sus conocimientos del sector a aquellos que no tienen muchas posibilidades económicas. 

“Los argentinos tenemos una marcha más en el exterior y es porque uno se sacrifica y viene con hambre, algo que le falta a la gente de Europa. Y mi mensaje para la gente joven es que no se bajonée, yo llegué a Italia con 170 euros en el bolsillo y no me fue mal. Me costó mucho llegar a esto, pero el mensaje es que se puede. Es lógico que sueño con volver y poder hacer algo mío y ayudar a las personas más necesitadas a aprender un oficio, enseñar lo que aprendí para preparar gente. Argentina tiene todo y podemos lograrlo nosotros sin estar dependiendo de otros”.

Tengo mucha nostalgia. Ahora acá es verano y me acuerdo del tilo y de eso de tomar un mate con un amigo”, expresó Samuel y cerró convencido: “Hoy tengo 40 años y digo que tengo ganas de estar en mi país, con mi familia y ayudando a formar el oficio

Italia
coronavirus
nueva normalidad
covid-19
platense

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE