A pesar de arrepentirse, Bertola fue suspendido por cuatro años
Edición Impresa | 9 de Junio de 2020 | 04:23

El “doping biológico” volvió a salir a la luz en el mundo del deporte después que se conociera la sanción que la Federación Internacional de Natación (FINA) le aplicó al cordobés Guillermo Bertola al suspenderlo por el término de cuatro años y la pérdida de todas las medallas obtenidas desde 2018.
Es así que la detección del consumo de sustancias y métodos prohibidos ha sido un desafío para la comunidad científica desde los primeros controles antidopaje en los años 60. El proceso de análisis ha ido mejorando con la evolución de las técnicas, dando respuesta al aumento de los requerimientos de sensibilidad y selectividad.
Los principales objetivos en el control de dopaje en la actualidad son la reducción en los tiempos de análisis, la discriminación entre muestras negativas y sospechosas, falsos negativos o falsos positivos, la diferenciación entre sustancias exógenas y endógenas y el análisis de péptidos y proteínas.
En tal sentido, la Agencia Antidopaje internacional creó hace un par de años lo que se llama el “pasaporte biológico”. En este se hace la recopilación de los parámetros fisiológicos de un deportista, mediante varios análisis de sangre y orina a lo largo de un periodo de tiempo (normalmente, 5 ó 6 anualmente).
A estos datos se les aplica un modelo matemático con el que se determina cuál es el perfil biológico del deportista, y se establece un intervalo de valores entre los que deberían moverse los siguientes análisis. Cada persona posee unos niveles naturales de anabolizantes y hematocrito que se mantienen dentro de unos márgenes constantes durante toda su vida.
De este modo, el pasaporte biológico permite detectar el dopaje por variaciones notables en los niveles máximos permisibles de sus parámetros fisiológicos, en lugar de realizar un test para identificar una sustancia prohibida.
En el caso de Bertola, de 30 años, no podrá competir hasta el 2024 (la penalidad se contabiliza desde enero del corriente año), al tiempo que además perdió la medalla plateada que obtuvo en la categoría de aguas abiertas en los Juegos Panamericanos de Lima 2019.
Bertola fue suspendido en “forma provisoria” en enero último por la FINA, por doping biológico a raíz de que el campeón mundial 2017 se realizó una transfusión de sangre en 2018, que no informó oportunamente a las autoridades pertinentes.
En su descargo, el nadador declaró que “pude haber hecho una estrategia judicial, pero decidí presentarme con la verdad. No pido ser exonerado, reconocí el error”.
“Ya que una de las cosas que me decía la FINA, era que si uno reconoce su error y arrepentimiento, la sanción puede reducirse a la mitad”, destacó el nadador.
De todos modos Bertola se manifestó sorprendido por la magnitud del castigo. “No sé por qué se me ha condenado de esta manera. Me parece una de las penas más duras que he visto”, aseguró.
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