Mickey Mouse reabrió su casa, pero pide barbijo en la entrada

El protocolo frente al COVID-19 prevé, además, medición de temperatura en el ingreso, dispensadores de alcohol en gel y distancia de dos metros en atracciones y tiendas

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ORLANDO

Dos parques de entretenimiento del complejo Disney World reabrieron ayer en Orlando, después de cuatro meses de cierre, en momentos en que la pandemia se acelera en Florida, con el registro diario de miles de nuevos casos de coronavirus.

En la mañana, antes de la apertura del Magic Kingdom, que recibió al público junto con Animal Kingdom, cientos de personas hicieron filas junto a los accesos.

EPCOT y Hollywood Studios volverán a recibir visitantes a partir del miércoles, en el complejo que ocupa un área de casi 103 km2.

Todos los que se hicieron presentes ayer habían reservado sus entradas, requisito de Disney para controlar la cantidad de personas en el parque, teniendo en cuenta el distanciamiento físico. Los accesos para julio ya se agotaron.

El gigante del entretenimiento estableció un protocolo adaptado a los riesgos de propagación del coronavirus, que incluye medición de temperatura en el ingreso, uso de tapabocas obligatorio, dispensadores de gel hidroalcohólico y distancia de dos metros en cada atracción el parque o dentro de las tiendas.

Disney lanzó una campaña preventiva con los personajes de la película “Los Increíbles” y suspendió, hasta nuevo aviso, los famosos desfiles en los que chicos y grandes se encuentran con los personajes de sus producciones cinematográficas, así como los fuegos artificiales nocturnos.

En redes sociales, muchos criticaron la decisión de reabrir el parque mientras Florida experimenta una aceleración de la pandemia.

El estado del sureste de los Estados Unidos registró 10.383 casos nuevos en las últimas 24 horas, no muy lejos del pico alcanzado el 4 de julio (11.458), y sumó 95 muertes.

El gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, decidió iniciar la salida del confinamiento el 4 de mayo, antes que la mayoría de los estados del país.

El director del Instituto Estadounidense de Enfermedades Infecciosas, Anthony Fauci, dijo que Florida había salido de la contención antes de que los indicadores de salud permitieran dar luz verde.

DeSantis cuestionó ese diagnóstico, y dijo que su decisión estaba justificada por las cifras de infecciones de la época.

A fines de junio, el gobernador dio marcha atrás y ordenó cerrar los bares en el estado, en un intento por limitar la propagación del virus, pero las cifras de contaminación continuaron aumentando.

Alarma por las muertes

Además, se está dando el aumento de muertes por COVID-19 que se preveía en EE UU, principalmente en estados del sur y el oeste.

La cifra diaria de fallecidos había bajado durante meses incluso en estados como Florida y Texas, donde se registraron aumentos bruscos de casos y hospitalizaciones, y las cifras diarias de contagio en el país batieron récords varias veces en los últimos días.

Los expertos pronosticaron que al aumentar los casos y las hospitalizaciones, lo mismo sucedería en algún momento con los decesos. Y el pronóstico se está cumpliendo.

“Está aumentando de manera consecuente. Y está aumentando cuando se había previsto”, dijo William Hanage, investigador de enfermedades infecciosas en la Universidad de Harvard.

De acuerdo con un análisis de Associated Press de los datos de la Universidad Johns Hopkins, el promedio móvil semanal de muertes diarias reportadas en EE UU aumentó de 578 hace dos semanas a 664 el 10 de julio, aún muy por debajo de los picos de abril. Las muertes diarias reportadas aumentaron en 27 estados en ese lapso, pero en la mayoría de esos estados el promedio es inferior a las 15 muertes por día. Un grupo más pequeño de estados es el que impulsa el aumento nacional de muertes.

California reporta en promedio 91 muertes diarias, seguida por Texas con 66 y aumentos significativos en Florida, Arizona, Illinois, Nueva Jersey y Carolina del Sur. Se cree que el aumento en Nueva Jersey se debe en parte a que sus informes de muertes probables son menos frecuentes.

Florida estableció un récord de 496 muertes en una semana, un promedio de 71 decesos diarios, se informó ayer. El promedio semanal de Florida hace tres semanas era de 30 por día.

El impacto ya lo sienten las familias que perdieron seres queridos y también los trabajadores de la salud que trataron de salvarlos.

Los investigadores prevén que las cifras de muertes seguirán aumentando durante varias semanas, aunque no de manera tan dramática como en marzo y abril. (AFP y AP)

 

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