Santa Sofía, la basílica que se transformó en mezquita

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Estambul

Unos versículos del Corán recitados por el presidente turco Recep Tayyip Erdogan y miles de fieles acudiendo al llamado a la oración desde los minaretes de Santa Sofía, en Estambul, simbolizaron ayer la reconversión de esta antigua basílica en mezquita.

En esta primera oración transmitida en directo, Erdogan, que llevaba el tradicional gorro musulmán, leyó la primera sura o capítulo del Corán.

Santa Sofía “vuelve a ser una mezquita. Si Dios lo quiere, seguirá sirviendo a todos los creyentes como mezquita para la eternidad”, declaró el presidente turco después de la oración. Desde 1934, cuando Santa Sofía se transformó en museo, no se había realizado en su interior ninguna plegaria colectiva.

La más alta jurisdicción administrativa turca revocó el 10 de julio el estatuto de museo del monumento bizantino, construido en el siglo VI como catedral y luego reconvertido en mezquita tras 1453.

Erdogan ordenó que el edificio fuera reabierto para el culto musulmán, lo que provocó un profundo enojo en la comunidad cristiana y tensó aún más las relaciones con Grecia, aliado en la OTAN, que sigue de cerca el patrimonio bizantino en Turquía.

El papa Francisco se manifestó por su parte “muy afligido” por esta reconversión.

En 1934, Santa Sofía fue transformada en museo por el líder de la joven República turca, Mustafá Kemal (Atatürk), quien quiso “ofrecérselo a la humanidad”.

Situada en la parte antigua de Estambul, está incluida en la lista del patrimonio mundial de la Unesco, y atrae a millones de turistas de todo el mundo.

Los analistas apuntan que la reconversión de Santa Sofía tiene también como fin ganar apoyos en el electorado de derecha y nacionalista de Erdogan, en un momento en que Turquía atraviesa problemas económicos agravados por la pandemia.

 

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