Tras el alta, Bolsonaro retomó sus actividades
Edición Impresa | 28 de Julio de 2020 | 01:38

BRASILIA
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, regresó ayer a la sede del Gobierno luego de tres semanas de ausencia en las que estuvo en cuarentena por haber contraído coronavirus y en medio de la crisis generada por su gestión de la pandemia, por la que fue denunciado ante la Corte Penal Internacional (CPI).
Además, un documento difundido ayer y firmado por 152 de los casi 500 obispos católicos que tiene Brasil criticó la “incapacidad” y la “ceguera” de Bolsonaro, a quien acusó de promover “una economía que mata” en medio de una pandemia “sin precedentes”.
“Vuelvo a trabajar hoy, hay muchos problemas que resolver, problemas que otros dejaron” como herencia, declaró Bolsonaro, con barbijo blanco, ante un grupo de simpatizantes frente al Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial en Brasilia.
Tras la charla con sus adherentes, el mandatario llegó al Palacio del Planalto, sede del Gobierno, donde se reunió con los ministros de Economía, Paulo Guedes, y de Defensa, Fernando Azevedo.
En las redes sociales, Bolsonaro -que dio positivo al test de coronavirus el 6 de julio- dijo: “Ya estoy inmunizado pero evito los contactos”.
El jefe del Estado, de 65 años, anunció el sábado que su cuarto examen había dado negativo, tras lo cual visitó comercios en Brasilia donde fue saludado por el público.
Brasil es el segundo país más afectado por la pandemia, con casi 2.5 millones de casos y más de 87.000 muertes por coronavirus, solo detrás de Estados Unidos.
DENUNCIA EN LA HAYA
En ese contexto, una organización sindical denunció a Bolsonaro ante la CPI, con sede en La Haya, debido a su política frente al coronavirus.
“La omisión del gobierno caracteriza un crimen contra la humanidad y genocidio, es urgente la apertura de un procedimiento investigativo ante la CPI para evitar que una parte de los 210 millones (de brasileños) sufra las consecuencias de los actos irresponsables del señor presidente”, alegó la acusación.
Bolsonaro demostró “menosprecio y negacionismo” ante el coronavirus dando lugar a la “diseminación” de la enfermedad junto al “total estrangulamiento de los servicios de salud”, planteó el documento.
La denuncia fue interpuesta por la Red Sindical UniSaúde, que representa a cerca de un millón de médicos, enfermeros y trabajadores de la salud de 18 estados del país y Brasilia, y cuenta con el apoyo de entidades internacionales como UNI Américas (que representa a más de cuatro millones de trabajadores de la región). (TÉLAM)
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