Mucha expectativa y una cuota de cautela, reacciones en el ámbito médico
Edición Impresa | 13 de Agosto de 2020 | 03:21

Lo primero que surge en el análisis del ámbito médico frente al anuncio de la producción local del principio activo de la vacuna que investiga la Universidad de Oxford es la esperanza y la expectativa: los infectólogos subrayan, en este sentido, que se trata de uno de los proyectos más avanzados en la búsqueda de un arma preventiva contra el coronavirus y del que más conocimiento se dispone. Y apuntan también a la ventaja que supone ser uno de los países productores, que permitirían acortar los tiempos para acceder a la vacuna.
Pero esa reacción inicial también tiene otro ingrediente y es una cuota de cautela, ya que la vacuna está aún en etapa de prueba y que “todavía falta para que se pueda asegurar que se trata de una herramienta eficaz”.
Hay un tercer factor a considerar y es el tiempo: aunque los plazos se aceleren más que nunca, dadas las circunstancias, se aclara que no se tratará de una solución inmediata y que, aún con los mejores resultados, puede demandar todavía varios meses.
“Gran expectativa”
La patóloga pediátrica del Hospital Infantil de Sheffield (Inglaterra) Martha Cohen, egresada de la UNLP y que participa de la investigación de la vacuna contra el coronavirus en la Universidad de Oxford consideró que se trata de uno de los proyectos más avanzados del mundo desde el punto de vista científico.
“La vacuna de Oxford es una de las tantas que se están preparando en el mundo. Hay 23 que superaron las primeras barreras y sólo tres que publicaron sus efectos positivos. Entre ellas está la de Oxford; las otras son las de Moderna y la de Alemania, que se probó en Argentina (ver página 8)”, dijo Cohen quien destacó que de las tres es la de Oxford la más avanzada porque comenzó en febrero primero en animales y desde abril se probó en 1077 voluntarios. El 20 de julio se publicaron los resultados, satisfactorios, de esa prueba: con dos dosis todos los pacientes experimentaron inmunidad y se presentó segura porque ningún paciente experimentó alguna complicación severa más allá de una leve gripe de 24 o 48 horas”, expresó.
“Hoy la vacuna está en plena fase 3, con la prueba en más de 10 mil voluntarios del Reino Unido, 2 mil de Brasil, 5 mil de Estados Unidos y varios miles de Sudáfrica. Los resultados van a estar en septiembre y van a demostrar que sigue siendo eficaz porque produce inmunidad, es segura porque no provoca efectos colaterales pero no lo que no se sabrá es la duración de la inmunidad” dijo y agregó que el objetivo es que sea, de mínima, de seis meses.
“En octubre vamos a saber a ciencia cierta si estamos más cerca de la vacuna o n. “Si repitiera los mismos efectos que hace dos meses será aprobada y para principios de diciembre estarán las dosis para su distribución en todo el mundo”, indicó.
“Se hizo una gran apuesta e inversión”, resaltó y no dudó en valorar este trabajo como el hallazgo científico más importante de los últimos años: “ahora estamos todos esperando los resultados, con mucha expectativa”, continuó.
Por su parte el infectólogo platense Amadeo Esposto destacó como un avance importante el anuncio de la producción local de la vacuna, pero llamó también a la cautela: “la vacuna se probó en un grupo control, pero todavía falta mucho. Producirla en el país puede acelerar los tiempos para disponer de ella. Ahora hay que esperar la fase pendiente y que efectivamente sea eficaz”.
En tanto, el infectólogo y asesor del gobierno Eduardo López consideró que “es muy bueno que se produzca en la Argentina con transferencia tecnológica, ya que va a permitir producción local, que es muy importante para iniciar la vacunación local, porque es un recurso estratégico.
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