“Gran Hermano” del delito: las cámaras se multiplican al ritmo de los robos en La Plata

En las últimas horas hubo dos ataques, en San Carlos y en Olmos. En ambos, los delincuentes estuvieron atentos a esos dispositivos

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La actividad de los ladrones viene en aumento, al ritmo en que se multiplican los dispositivos de seguridad que las familias instalan en sus casas particulares y también en las cuadras, por iniciativas barriales. Cada vez con mejor definición, las imágenes circulan por grupos de WhatsApp antes de que se viralicen por las redes, incluso sin que la policía tome contacto con la información, a falta de denuncia.

En las últimas horas sucedieron dos ilícitos en barrios alejados entre sí y perpetrados con modalidades distintas, pero con algo en común: los dos fueron capturados por las cámaras de vigilancia, que en uno de ellos hicieron desistir a los ladrones de avanzar un poco más en el asalto.

Fue en el ataque que antenoche sufrió una familia en la puerta de una casa de 139 y 46, donde los abordaron tres hombres que bajaron de un auto aparentemente conducido por un cuarto delincuente.

“No se quedaron más tiempo ni intentaron entrar en la casa porque vieron las cámaras”, reflexionaron los vecinos. En el video se observa a una pareja con dos chicos muy pequeños llegar a una casa, junto con un adulto mayor.

Mientras esperan a que les abran, se acerca un Chevrolet Corsa blanco del que bajan los sujetos, con gorras y barbijos. Las víctimas no se resisten. La mujer toma de la mano a los niños, uno de los cuales salta, quizás creyendo que se trata de un juego. Los ladrones revisan a la pareja y al jubilado, les sacan los teléfonos, las pertenencias, y corren de nuevo hacia el Corsa, para huir.

El otro hecho fue en el barrio El Centinela, en Olmos, bajo la modalidad escruche. De nuevo, las cámara de seguridad de una casa situada en 170 y 46 filmaron la irrupción de un sujeto que saltó al garaje por los techos y recorrió la propiedad aprovechando que los dueños no estaban. Tenía gorra, un cuellito tapándole la boca, anteojos y un arma en la mano que blandió ante la cámara al notar que lo filmaban. En ningún caso hubo detenidos.

 

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