“Tetebanda”: otro acusado va al ataque, con denuncias contra políticos y policías

Desde que cayó “Noni”, a mediados de julio, corría por la Ciudad como una versión de la historia que ponía contra las cuerdas a la familia. Luego, quedó escrito por la declaración judicial del padre y ahora se habría sumado la misma posición en la de “Tete”, el mayor de los Arévalo: los tres fueron arrestados en una especie de venganza derivada de un delito que ellos no cometieron.

En una línea argumental similar a la que recorrió su padre la semana pasada, el hombre de 35 años ayer se desligó rápidamente de los cargos que le realizan la fiscal Cecilia Corfield y el juez de Garantías Eduardo Silva Pelossi por una entradera en La Loma.

Según pudo saber este diario a partir de consultas realizadas entre las partes vinculadas con la causa, en la cita a indagatoria con la fiscal Corfield, Domingo “Tete” Arévalo indicó que el 18 de enero, en horas del mediodía, estaba lejos de la casa de 29 entre 32 y 33 donde un matrimonio y los albañiles que hacían reformas fueron sorprendidos por cinco delincuentes con las caras cubiertas. Los golpearon y los despojaron de 30 mil dólares y 190 mil pesos.

La pesquisa sitúa a Arévalo padre y a uno de sus hijos, “Tete”, en un atraco ocurrido en enero

Corfield acusa a “Tete” de formar parte de esa gavilla. También involucró a su padre, el titular de la Asociación de Taxistas, Peones y Choferes de La Plata, quien fue detenido hace una semana. Según la pesquisa condujo un vehículo de apoyo que levantó a los ladrones tras abandonar -en 131 y 525- un Peugeot 208 usado en el atraco.

Tras excluirse de esa escena, indicando que estaba de paseo a esa hora y siguiendo la línea que usó su padre en la indagatoria ante la misma fiscal, el jueves pasado, “Tete” se defendió con un ataque.

Las fuentes coincidieron en que lanzó una acusación contra un presunto entramado de políticos y policías de la Ciudad que habrían iniciado una persecución contra él y su familia, tras hacerlos responsables por un asalto contra un referente de esa trama.

El botín de ese robo habría sido una suma millonaria derivada de la corrupción.

El ahora detenido insistió en que ni él ni su hermano ni su padre tuvieron nada que ver con ese hecho ocurrido hace dos meses en la zona oeste del casco urbano, indicaron las fuentes.

En palabras del hombre al que la Justicia señala en decenas de causas, quienes eran parte de su círculo de relaciones y negocios sucios, lo abandonaron desde entonces y lo señalaron ante la Justicia.

Así, sostuvo que la fiscal Corfield es parte de ese entramado de venganza, según las palabras que trascendieron de la declaración de unas 4 horas de extensión.

“Noni” de 21 años, está bajo la lupa judicial desde el mes pasado como presunto integrante de una asociación ilícita. Todo derivó de un procedimiento en el que se detectó un taxi sospechoso con 5 personas a bordo. Luego de una persecución de 2 kilómetros, cuatro escaparon del auto en la zona de 1 y 515, pero la Policía incautó más de 500 balas y arrestó al chofer. Unos días después, junto con “Noni” caerían otros tres hombres. Se sumaban a Cristian Martínez Gambini, quien fue arrestado en junio tras un enfrentamiento en el que disparó a la Policía con un fusil FAL.

Todos, según la pesquisa policial y judicial forman parte de la “Tetebanda” una supuesta organización con una formación mucho más amplia, según las sospechas de los investigadores, que tomó su nombre del apodo de Domingo Ismael Arévalo, “Tete”. Hasta allí el mayor de los hermanos era el “cerebro”.

Sin embargo, una semana atrás, cuando fue detenido su padre y líder sindical, también llamado Domingo Ismael, la Policía dio a conocer un informe donde se lo sitúa como “cabecilla”. Según ese organigrama, “Tete” sería su lugarteniente.

Ambos comparten acusación por el atraco de La Loma, igual que “el hombre del FAL”. En Tribunales creen que las dos causas están conectadas a través de sus protagonistas y a todos se los sospecha por decenas de entraderas y asaltos a casas y comercios de La Plata, Berisso y Ensenada ocurridos en un lapso de 6 meses, entre fines de 2019 y principios de 2020.