Jair Bolsonaro tuvo un día de furia, amenazó con trompadas e insultó a los periodistas

“Por eso tiene más chances de morir de coronavirus”, agregó. Enojo con un reportero que le preguntó por un caso de corrupción

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SAN PABLO

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, volvió a atacar ayer a los periodistas, menos de un día después de amenazar a un reportero que lo interrogaba sobre la supuesta participación de su esposa en un esquema de corrupción.

En un acto en Brasilia, el mandatario cuestionó el trabajo de los periodistas, a quienes llamó “cagones” y acusó de “usar el bolígrafo con maldad”.

“Siempre fui atleta de las Fuerzas Armadas. La prensa siempre se burló de esa historia de atletas, pero cuando el coronavirus contagia a alguien cagón como ustedes, las posibilidades de sobrevivir son menores”, dijo Bolsonaro, de 65 años, quien en julio contrajo la enfermedad.

“¡Qué ganas de reventarte la boca a golpes!”, amenazó el domingo Bolsonaro a un periodista del diario O Globo que lo interrogaba sobre la presunta participación de la primera dama en un esquema de pagos ilícitos.

“Presidente @jairbolsonaro, ¿por qué su esposa Michelle recibió R$89 mil de Fabrício Queiroz?”, preguntaron en las redes cientos de periodistas, políticos, ex aliados y usuarios, en solidaridad con el reportero y exigiendo respuestas sobre el escándalo que salpica a la familia presidencial.

“Hace al menos 10 años que la red Globo me persigue y no consiguieron probar nada contra mí”, dijo el presidente en Twitter, y contraatacó acusando al medio de presunta corrupción.

La revista Crusoé publicó este mes que el policía retirado Fabrício Queiroz, amigo de Bolsonaro y ex asesor de su hijo Flavio, habría depositado en la cuenta de Michelle Bolsonaro 21 cheques por un valor total de 72.000 reales entre 2011 y 2016.

Según otros reportes, la esposa de Queiroz depositó otros 17.000 reales en otras transferencias a favor de la actual primera dama, para una cantidad total de 89.000 reales (unos 26.000 dólares al cambio promedio de 2016).

Queiroz y Flavio Bolsonaro están bajo investigación por el supuesto desvío de salarios de funcionarios del hijo del presidente durante su gestión como diputado regional en Rio de Janeiro.

En poco más de un año y medio de mandato, el líder derechista ha mantenido una conflictiva relación con el periodismo y con los principales medios de comunicación, a quienes ha acusado de actuar como “un partido político de oposición” y de publicar fake news contra él. Los cruces han excedido cuestiones de contenido periodístico. Bolsonaro ha coleccionado decenas de ofensas personales a reporteros, a quienes en ocasiones mandó a cerrar la boca o incluso llegó a referirse a la sexualidad de un periodista al ser cuestionado por un asunto incómodo.

David Magalhães, profesor de Relaciones Internacionales de la Pontificia Universidad Católica de San Pablo, remarcó que los constantes ataques a la prensa no son apenas arrebatos sino que se encuadran con una estrategia típica de un líder populista de derecha que intenta desacreditar a los medios, establecer una comunicación directa con su base y mantenerla movilizada.

La Federación Nacional de Periodistas de Brasil contabilizó 121 ataques del presidente a medios de comunicación y periodistas en un informe anual de 2019. (AP y AFP)

 

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