De duelo, Beirut no sale del shock tras la explosión

El estallido del martes en el puerto dejó más de 130 muertos y un tendal de heridos, además de cuantiosos daños materiales. Se afianza la hipótesis de la negligencia

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BEIRUT

Los investigadores iniciaron ayer la remoción de los escombros en el puerto de Beirut en busca de indicios sobre la causa de la explosión colosal que el martes sacudió la capital libanesa. El gobierno ordenó la prisión domiciliaria de las autoridades del puerto entre conjeturas de que una de las causas pudo ser la negligencia.

La investigación intenta determinar por qué se almacenaron 2.750 toneladas de nitrato de amonio, una sustancia altamente explosiva utilizada en la fabricación de fertilizantes, en un depósito durante seis años y por qué nadie hizo nada al respecto.

El cargamento de amonio fue incautado en 2014 a un empresario ruso que lo trasladaba en un barco de Georgia a Mozambique cuando sufrió una avería y tuvo que parar en Beirut. Allí, el magnate se declaró en bancarrota y abandonó la nave y la carga.

Ayer empezaron a arribar al Líbano vuelos internacionales con ayuda, mientras el gobierno busca afrontar las terribles secuelas de la explosión en medio de la crisis económica y frente a una opinión pública que atribuye el desastre al desgobierno crónico y la corrupción de la élite dominante.

TENDAL DE VÍCTIMAS

La explosión en el puerto causó al menos 135 muertes y heridas a unas 5.000 personas. Los hospitales no dan abasto y uno que resultó dañado debió evacuar a todos los enfermos a un campo cercano. La onda expansiva dañó edificios en varios kilómetros a la redonda y el gobernador de Beirut señaló que cientos de miles de personas tal vez no podrán regresar a sus hogares por dos o tres meses.

Fue la explosión más destructiva en un país con una larga historia de devastación, una guerra civil de 1975 a 1990, conflictos con Israel y periódicos ataques terroristas.

Fuentes del Departamento de Defensa de EE UU y de la CIA dijeron que no había indicios de un ataque de parte de un estado nacional o de fuerzas intermediarias, y agregaron que la causa aparente fue la acumulación indebida de explosivos.

Las conjeturas sobre la negligencia se reforzaron tras la publicación en internet de una carta oficial del titular de la Aduana, quien advirtió durante años que la enorme acumulación de nitrato de amonio en un hangar en el puerto era peligrosa, y pedía a las autoridades judiciales una resolución para retirar el material.

El nitrato de amonio es un componente de los fertilizantes y potencialmente explosivo. La carga de 2.750 toneladas se encontraba en el puerto desde que se la confiscara, como se dijo, en 2014, y se cree que un incendio cercano la detonó.

El procurador (fiscal) Ghassan Oueidat ordenó a las agencias de seguridad que investiguen toda la correspondencia relacionada con material almacenado en el puerto y hagan listas de personas a cargo del mantenimiento, almacenamiento y protección del hangar.

El autor de la carta advierte sobre el “peligro si el material permanece donde está, afectando la seguridad de los empleados (portuarios)” y pide al juez una guía para disponer del material. Dice que se enviaron cartas similares en 2014, 2015 y 2016 y propone que se exporte el material o se venda a una empresa libanesa de explosivos. Se desconoce si hubo respuesta.

El presidente Michael Aoun prometió en una reunión de gabinete una investigación transparente y castigar a los responsables. “No hay palabras para describir la catástrofe que asoló Beirut”, aseguró.

Tras la reunión, el gabinete ordenó el arresto domiciliario de un número no especificado de funcionarios del puerto y declaró el estado de emergencia durante dos semanas con plenos poderes para las fuerzas armadas.

El gobierno habilitará las escuelas públicas y algunos hoteles para los que perdieron la vivienda y prometió compensar a las víctimas, sin dar cifras. (AP, EFE y AFP)

 

 

 

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