Hay 20,8 millones de pobres y 29,1% de desempleo

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Esteban Pérez Fernández

eperezfernandez@eldia.com

Las cifras de desempleo y pobreza son mucho más dramáticas que las reflejadas en los últimos informes oficiales del Indec. Tras conocerse el miércoles los guarismos del segundo trimestre de este año, desde una usina kirchnerista elaboraron un informe en el que aseguran que la pobreza trepó al 46 por ciento y alcanza a 20,8 millones de argentinos, y que el desempleo actual es del 29,1 por ciento.

Así lo revela un informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas elaborado por el economista K y director del Banco Nación, Claudio Lozano, junto con Agustina Haimovich, en base a los datos difundidos el miércoles mediante la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que realiza el Indec en 31 aglomerados urbanos del país.

Desde el Instituto que dirige Lozano hicieron una proyección de los números del Indec pero teniendo en cuenta al total de los 45 millones de argentinos, ya que la medición oficial se circunscribe a 31 conglomerados urbanos. “Como ese informe oficial no incluye la población rural, la pobreza daría 46 por ciento si se proyecta al resto del país y el número de personas llegaría a 20,8 millones”, explican.

Las características de la irrupción de la pandemia y las medidas de aislamiento implementadas generaron como particularidad de esta crisis que casi la totalidad de la población que perdió su empleo no pasara a buscar activamente otra ocupación sino que se retirara del mercado de trabajo, contrayendo así la cantidad de población económicamente activa.

Así, la destrucción de empleo en el segundo trimestre fue del 20 por ciento, lo cual se tradujo en casi 3,7 millones de puestos de trabajo menos. Sin embargo, en un marco de caída inédita del empleo, la desocupación “sólo” llegó al 13,1 por ciento debido a que se produjo también un fuerte descenso de la tasa de actividad, que implicó que 3,6 millones de personas dejaran de buscar trabajo. Si eso no hubiera ocurrido, la tasa de desocupación habría llegado al 29,1 por ciento. De este modo, el shock de oferta y demanda provocado por la crisis económica en el marco de las restricciones impuestas por las medidas de prevención sanitaria desalentó la búsqueda de empleo manteniendo virtualmente contenida la tasa de desocupación, destaca el informe del economista.

El informe agrega que “los ingresos laborales crecieron 15 por ciento y los no laborales, 41 por ciento. En la dinámica de estos últimos se destacaron los subsidios o las ayudas sociales del Gobierno. Este tipo de beneficios no alcanzó a compensar la caída de los ingresos por la pérdida del empleo. En el trimestre se observó una caída de 5,5 puntos porcentuales en la población perceptora de ingresos respecto a igual período de 2019 (55,8 por ciento versus 61,3 por ciento), es decir que aumentó en 2,5 millones la población que no tuvo ingresos ni laborales ni de ayudas del Estado.

La destrucción de puestos de trabajo fue mucho mayor en aquellos segmentos más desprotegidos frente a la crisis. En concreto, se observa una caída brutal de los asalariados no registrados, del -44,7 por ciento), una importante reducción en la cantidad de empresas (-42,9 por ciento) que puede vincularse a la contracción de pequeños comercios y propietarios y también en los trabajadores por cuenta propia (-29,7 por ciento). Este derrumbe laboral adelanta el panorama que en términos de aumento de la pobreza y la indigencia tenemos hoy en la Argentina y que el Indec develará la próxima semana, revelaron.

 

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