Alberto Eduardo Cazeneuve

A los 86 años falleció Alberto Eduardo Cazeneuve, conocido comerciante de la Ciudad que trabajó en el rubro de las baterías y repuestos automotores. Su partida causó una gran tristeza entre quienes lo conocieron y apreciaron por su honestidad y bondad.

Había nacido en Paraná, Entre Ríos, el 15 de mayo de 1934, pero al terminar la secundaria llegó a La Plata para estudiar ingeniería mecánica en la Universidad Nacional de La Plata, carrera que dejó inconclusa para dedicarse al trabajo.

Después de desempeñarse en distintos empleos, en febrero de 1977 fundó ANDA S.A., distribuidora de Baterías Prestolite, con una participación accionaria del 25 por ciento.

La empresa se convirtió en uno de los ejes de su vida y en el año 2000 pudo comprar el total de las acciones, fue su presidente y alcanzó un crecimiento exponencial.

En el rubro de las casas de repuesto y venta de baterías supo ganarse un lugar de mucha consideración y afecto. En el plano institucional integró la comisión directiva de la Cámara de Repuestos Automotores y Afines - C.R.A.Y.A.-.

Del fruto de su unión con Elvira Isabel Perilli, nacieron sus hijos Maximiliano, Federico y Matías, con quienes tuvo una entrega total, ya sea por el amor que les prodigó como por los valores que les inculcó. También tuvo la alegría de convertirse en abuelo de Uma, Ana, Jano y Alfonso.

Siempre estimuló y acompañó a sus hijos en la práctica deportiva. Ellos fueron además sus herederos en el trabajo y los impulsó para que continuaran con la empresa.

Sus allegados destacaron que fue un hombre de una generosidad sin límites, no sólo con sus hijos, sino también con sus empleados a los que incorporó a su vida como pares.

En el tiempo libre fue un apasionado de las carreras de autos y tuvo un vínculo muy especial con Roberto Mouras y Gastón Mazzacane. Esa actividad deportiva lo impulsó a viajar junto a sus hijos por todo el país siguiendo al Turismo Carretera y a otras categorías. Su otro gran amor deportivo fue Estudiantes de La Plata, club del que fue socio vitalicio y un ferviente hincha que acompañó al equipo en importantes instancias.

De activa vida social, amante de compartir momentos con su familia y amigos, entre ellos dejó el legado que dejan los hombres de bien, los que a lo largo de su vida predican con el ejemplo sus nobles ideales.