Las razones por las que Lionel Messi, al final, decidió continuar en el Barcelona
Edición Impresa | 5 de Septiembre de 2020 | 05:28

Como a cualquier marcador que, dentro de la cancha, tenga la intención de despojarlo de la pelota, Lionel Andrés Messi hizo pasar de largo a todos quienes en los últimos días pronosticaron que su futuro estaría lejos del Barcelona y, con mayor precisión en el Manchester City que dirige Pep Guardiola, cuando a través de una entrevista que recorrió el mundo, confirmó que seguirá ligado al club catalán, por lo menos hasta junio de 2021.
“Jamás iría a juicio contra el club de mi vida, por eso me voy a quedar en el Barcelona”, aseguró el rosarino (ver página 3).
El burofax con el cual Messi anunció, el pasado martes 25 de agosto, su propósito de abandonar el club fue el punto de partida para una verdadera serie que, en adelante, sumó capítulos que recién tuvieron una interrupción cuando Jorge Messi, su padre y representante, viajó desde Rosario para mantener, el miércoles, una reunión con Josep María Bartomeu, el presidente de la entidad azulgrana, y segundo protagonista. Bartomeu se mostró inflexible, al punto que planteó dos únicas opciones para su salida de Barcelona: que un club pague su cláusula de rescisión, fijada en 700 millones de euros, o ir a juicio, con los riesgos que eso significaría, para el jugador y para el club que lo incorporara en esos términos. Ahí se produjo un gran giro en la negociación, porque económicamente, un litigio a este nivel representa cifras incalculables. Una fortuna.
En la entrevista a través de la cual Messi informó lo ocurrido, dejó claro que no se quedará en el club porque esa sea su voluntad, sino porque no quiere llevarlo a tribunales, mientras acusó a Bartomeu de no cumplir con su palabra. Tan cierto que un enfrentamiento de este tipo lo marcaría como un “desagradecido” con el club que lo hizo crecer hasta convertirse en el mejor futbolista del mundo, lo dejaría mal parado frente a los seguidores y en serio peligro de registrarse un fallo adverso. Además, admitió que pecó de confianza y tomó como válida la palabra de Bartomeu, que le había manifestado que podría irse tras la 2020.
Recalculando, y dentro de este nuevo cuadro de situación, Messi está ahora a diez meses de hacer realidad esa idea de cambiar de equipo, ya que el 30 de junio del 2021, finalizado el contrato que está en vigencia, será propietario de una ficha que podrá negociar con cualquier equipo. Para ese entonces, claro, habrá terminado una nueva temporada que incluirá campeonato, Copa del Rey y una nueva Champions; y el club, muy probablemente, con otro presidente.
Con 34 años cumplidos, Messi tendrá el mundo futbolístico por delante para elegir el proyecto que sea más de su agrado. Los catalanes, a esta altura, no estarán en condiciones de reclamar nada.
Retomando lo sucedido con el burofax cursado, el rosarino insistió con que fue en respuesta a la posición cambiante de Bartomeu, quien tras repetirle que al final de la temporada podría irse, llegado el momento hizo como si nada hubiera ocurrido. Además, Messi contó que tomar la decisión de irse después de 20 años, fue un proceso “difícil” y “doloroso”, y supuso “un drama bárbaro” para su entorno.
“Toda la familia estaba llorando. Mis hijos no querían irse de Barcelona, ni querían cambiar de colegio. Pero miré más allá y quiero competir al máximo nivel, ganar títulos, competir por la Champions. La podés ganar o perder, porque es muy difícil, pero hay que competir”, explicó.
En este marco entonces, Messi continuará siendo la estrella de Barcelona con un año por delante que estará plagado de nuevos desafíos, más allá de su relación con el presidente, a esta altura destrozada, y con Ronald Koeman, un nuevo entrenador con quien mantuvo un primer encuentro no del todo amistoso.
De este modo, y resumiendo, las tres causas que terminaron modificando la decisión de Messi, son las siguientes: 1) Nunca fue su intención finalizar su carrera en el club que lo cobijó desde los 13 años con un escandaloso litigio legal. Lo marcaría como un “desagradecido”, lo dejaría mal parado frente a la gente; 2) El análisis posterior a la reunión de su padre con el presidente, hizo considerar la posibilidad cierta que en tan sólo diez meses, el jugador quedará libre y podría salir del equipo culé por la puerta grande; y 3) La familia sufrió muchísimo la posibilidad de tener que mudarse de Barcelona, porque es una ciudad considerada propia y en la cual seguramente vivirá tras el retiro.
No son las únicas, claro, porque los motivos son múltiples, y algunos surgirán más adelante, pero evitar un litigio de la magnitud de un enfrentamiento Messi-Barcelona sería el gran impulsor de todas.
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