La violencia sin límite y la peste de los asaltos sumaron otras dos muertes
Edición Impresa | 7 de Septiembre de 2020 | 04:51

Ya estaba oscuro cuando “Papu” pasó a buscarlo por su casa en una Honda Tornado. De ahí los vieron salir con destino incierto, quienes lo quieren, en medio de dudas que encontraron la peor certeza antes de la medianoche: el conductor en aquella primera escena terminó muerto unas horas más tarde, tras un enfrentamiento con la Policía en inmediaciones de la pizzería situada en 1 y 77 y su acompañante internado en el Hospital San Juan de Dios, con un disparo en el abdomen.
La salida de casa -en Los Hornos- y la pizzería conforman para los investigadores una buena parte de un bloque granítico que explica el caso que dejó como saldo la muerte de Matías “Papu” Ríos, de 19 años y la herida de bala en el abdomen a Facundo Decándido, de 18.
Según la pesquisa policial y datos que se manejan la Fiscalía Penal Nº 1, a cargo de la fiscal Ana Medina, ambos jóvenes no estaban solos en lo que se presenta con un asalto a mano armada con un desenlace fatal.
Otros dos hombres, que se movían en una moto Honda Falcon estaban en la escena cuando el pizzero de 1 casi 77 fue amenazado para que entregara la recaudación de unos 2 mil pesos.
También huyeron en medio de la balacera, pero la moto en la que viajaban quedó abandonada en 2 entre 75 y 76.
Papu ya había muerto sobre el pavimento, en 76 entre 1 y 2, cuando los presuntos cómplices dejaron la Falcon apoyada contra un árbol. Huyeron y nada de sabía de ellos al cierre de esta edición.
Aquello fue a las 11 de la noche. Según contaron fuentes de la Policía y la Justicia, el cuarteto está involucrado con una secuencia que incluye dos asaltos previos en otras dos pizzerías situadas en 15 y 64 y 22 y 67.
Las alarmas estaban encendidas tras esos hechos, pero la acción policial derivó del olfato de dos policías platenses, un hombre y una mujer, que prestan servicio en el Comando de Patrullas de Lanús. Los uniformados son pareja y estaban en franco de servicio, de civil pero armados.
Caminaban por la vereda de enfrente, en la avenida 1, cuando vieron el movimiento sospechoso de las motos y los ladrones. Decidieron cruzar.
Un video tomado por una cámara de una casa lindera va en dirección de las explicaciones brindadas ayer. Al llegar a la mitad de la calle, ya habían advertido un hecho de violencia. Desenfundaron sus armas reglamentarias y dieron la voz: “Policía”, gritaron.
Los ladrones estaba atentos a sus víctimas, el dueño de la pizzería y dos empleados jovencitos, pero tomaron 2 mil pesos. Al salir habrían iniciado en fuego con pistolas calibre 9 y 38.
Los uniformados tiraron entre 7 y 8 tiros, indicó una fuente Policial y añadió que, del otro lado, quien habría tirado es la persona que murió a dos cuadras.
Los delincuentes, en las dos motos, salieron hacia el casco urbano y doblaron en 76. A media cuadra, hacia dos, Ríos cayó muerto sobre el pavimento.
“cañazo” y patada
“Estábamos cerrando, once menos diez. Yo estaba guardando unas cosas cuando entraron tres ladrones. Uno esperaba afuera. Quise ir hacia el fondo y encerrarme en el baño, pero me vieron y me llevaron al frente. A mi compañero, que quiso escaparse, le pegaron con una pistola en la cabeza. Entonces, le pidieron la plata al dueño y se las dio”, recordó Facundo repartidor del comercio y víctima del asalto.
A Miguel, dueño de la pizzería le quedaron dos impresiones: “fue violento e intimidatorio el momento, porque estaban armados, apuntando y me pegaron un patada en una rodilla para que me agachara. No me resistí y les entregue la plata. También se llevaron mi celular”, le contó a este diario.
El comerciante contó que advertía la posibilidad de un robo: “venía bastante bien, pero pensando en que podía pasar algo así. De hecho estoy cerrando más temprano porque con esto de la pandemia, de noche hay muy poco movimiento”, dijo.
La salida estuvo apurada por la llegada de los policías, según calculó Miguel. Los tiros empezaron con los ladrones ya fuera del comercio.
Según los datos que se manejaban ayer en la pesquisa, “Papu” tenía entre sus ropas dinero y celulares que pertenecerían a las víctimas de los asaltos en las otras dos pizzerías del casco urbano.
En al menos uno de esos negocios hubo golpes y la sustracción de la caja registradora.
Una de las fuentes consultadas dijo que se calcula que Papu y Decándido iban en la misma moto. Así las cosas, el joven ahora arrestado, pero en una cama de hospital, habría huido a pie hasta las inmediaciones del Hospital San Martín.
En lugar de entrar habría subido a un taxi. “Pidió al taxista que lo lleve al San Juan de Dios. Iba mal y un poco antes de llegar le pidió que fuera más rápido porque se sentía mal. El hombre le preguntó qué le pasaba y le dijo que le habían pegado un tiro en la panza”, contó un investigador. Eso declaró el taxista más tarde, según el pesquisa.
La imputación se robusteció con el testimonio de una mujer que se presentó en el Hospital indicando que era familiar del herido. “Dijo que Papu había pasado a buscar al chico por la casa”, indicó.
Mientras los policías buscaban ayer datos que permitieran identificar a los presuntos cómplices que se movían en la otra moto, avanzaban también en la consolidación de lo que tenían. Por ejemplo, el perfil de Ríos como un joven con antecedentes penales y paso reciente por una cárcel.
Por otra parte, una de las fuentes que consultó este diario afirmó que ambas motos habían sido robadas poco antes de los atracos que se investigan.
“Tanto la Tornado como la Falcon tienen pedido de secuestro por delitos de robo en jurisdicción de la comisaría de Los Hornos. En uno de los casos, es un robo agravado por el uso de armas”, detalló el pesquisa.
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