Messi entrenó con el Barça y dejó atrás el conflicto que mantuvo al mundo en vilo

El crack argentino llegó a la Ciudad Deportiva una hora y media antes que el resto y se ejercitó solo, de acuerdo a lo que marca el protocolo

Edición Impresa

Como ya se había anunciado, Lionel Messi se reincorporó ayer a la disciplina del Barcelona bajo las órdenes del DT Ronald Koeman, dando vuelta la página a su conflicto con el club catalán, al menos de forma momentánea, tras decidir que no se marchará durante esta temporada.

El “10” volvió a vestirse de culé y, por primera vez, se puso a disposición del técnico holandés, con la intención de dejar atrás el ruido de las dos semanas turbulentas en las que su futuro estuvo en el aire, y nunca antes tan lejos del Camp Nou.

En el arranque de la segunda semana de pretemporada, el plantel del Barcelona estaba convocado para entrenar en la Ciudad Deportiva Joan Gamper, en Sant Joan Despí, a las afueras de la ciudad condal, y Messi fue el primero de todos en llegar.

El máximo goleador de la historia azulgrana arribó con una hora y media de antelación, con lo que solo lo esperaban los fotógrafos y cámaras de televisión que hacían guardia.

Muchos interpretaron este gesto como una muestra de su compromiso y sus ganas de entrenar, luego de mostrar su descontento con el club en la entrevista con la que el viernes último anunció que se quedaba tras constatar que su única salida era la vía judicial.

Cumpliendo con el protocolo del coronavirus, y previo una charla con Koeman, el capitán azulgrana se ejercitó en solitario, informó el club catalán.

También lo hizo de esa forma el brasileño Philippe Coutinho, otra de las novedades de la práctica, mientras el resto del plantel, que lleva una semana ejercitándose, entrenó de forma grupal.

El entrenamiento fue a puertas cerradas en medio de una gran expectativa y muestras de apoyo de algunos hinchas que se acercaron al lugar ante la vuelta del capitán.

Messi, de 33 años, protagonizó una de las mayores crisis deportivas que tuvo el Barcelona, tras anunciar por burofax el pasado 25 de agosto su intención de marcharse del club catalán luego de 20 años de una de las relaciones más exitosas de la historia del fútbol mundial. Durante diez días, el máximo goleador del Barcelona, quien defendía su derecho a hacer uso de una cláusula que le permitía irse gratis al final de la temporada, mantuvo una pulseada con el presidente del club, Josep María Bartomeu, quien le negó esa posibilidad.

Bartomeu defendió los intereses del club y le advirtió a la máxima estrella que la única salida que tenía era pagar su cláusula de rescisión de 700 millones de euros, algo que ningún equipo de elite en las actuales circunstancias de crisis podía pagar.

Sin salida, el astro argentino cedió, y el viernes imprimió un giro a la historia anunciando que se quedaba, cumpliendo con su contrato, que finaliza en junio de 2021, cuando podrá irse libre del Barcelona.

Aunque Messi se queda a regañadientes, dijo que dará lo “máximo”, si bien admitió que no sabía si con entrenador nuevo y nuevo equipo, el Barcelona iba a tener suficiente capacidad de “competir”, lo que en palabras del crack significa ganar las máximas competiciones, LaLiga y Champions, Koeman intentó convencer a Messi para que se quedara en una conversación que mantuvieron luego de que fue confirmado como DT, pero el capitán en ese momento le dijo que se vía más fuera que dentro del club.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE