Buzali insiste en que fue un accidente, declaró casi seis horas y seguirá preso

Con la misma remera gris oscuro y el barbijo negro que usaba el viernes, cuando se lo llevaron detenido de la casa que habían alquilado con su mujer Carolina Piparo (44) por la temporada de verano, Juan Ignacio Buzali (47) entró ayer a las 9.30 en la fiscalía de 54 entre 6 y 7, con papeles en las manos esposadas y flanqueado por un policía de la DDI. A su turno lo siguieron los abogados que representan a los dos motociclistas que embistió en la madrugada del 1 de enero en su Fiat 500 L, mientras perseguía a quienes creía los motochorros que habían asaltado a Piparo un rato antes (ver aparte). Y los defensores que lo asisten por la grave imputación que enfrenta: “Homicidio en grado de tentativa”.

“Lo primero que quiero decir es que no entiendo la calificación legal que me ponen en la causa (...) soy incapaz de matar a alguien o intentar matar a alguien. Somos una familia de bien, de trabajo”, arrancó diciendo Buzali en su declaración, a la que accedió este diario. Salió del edificio poco después de las 18.30. “Fue una jornada larga”, ratificó la fiscal a cargo de la causa, María Eugenia Di Lorenzo”.

En las casi seis horas que duró la indagatoria Buzali “se ubicó en el lugar del hecho”, pero la defensa sostiene que “se trató de un hecho culposo” mientras que “para el Ministerio Público es una tentativa de homicidio”, añadió Di Lorenzo.

Contó que vieron “una vez el video en la computadora con las pausas necesarias para poder hacer una valoración del mismo y hacer las preguntas que hizo la fiscalía y el defensor”, explicó, apuntando que “Buzali acepta el accidente”, solo que “la posición que tienen la defensa y la fiscalía es distinta y serán evaluadas por la jueza” Marcela Garmendia y, “en su debido caso por la Cámara”. Por lo pronto, los defensores Fernando Burlando y Fabián Améndola pidieron dos excarcelaciones: “La ordinaria creo que no va a prosperar; tenemos esperanzas en una extraordinaria”, calculó Burlando.

A criterio de la fiscal, “la prueba (sobre la acusación) está fundada, la causa sigue investigándose y seguirá sumando más elementos”.

“Él (por Buzali) refiere que no estaba alcoholizado. La semana que viene estarán los resultados de los toxicológicos”, concluyó Di Lorenzo. Según Burlando, su cliente “aclaró que nunca tuvo intención de lesionar y lastimar a nadie”, más allá “después de haber hecho apreciaciones vinculadas a que siempre estuvo tratando de contactarse con el personal policial para dar aviso de lo que estaba sucediendo”.

Como se sabe, el esposo de Piparo fue detenido a pedido de la fiscal y por orden de la jueza Marcela Garmendia, quien entendió que “tanto los testigos oculares del hecho como también la prueba pericial agregada demuestran el desprecio de la vida ajena y la representación del resultado muerte, en la conducta asumida antes, durante y después del hecho”, tras valorar los testimonios, los videos y las pericias planimétricas incorporados a la causa.

Garmendia destacó que el imputado persiguió “a gran velocidad y por varios metros a las víctimas” cuando se desplazaban en moto “por delante” de su auto y que “en franca desprotección frente al mismo y cuando los tuvo a su alcance, pudiendo realizar otra maniobra, embistió sorpresivamente con la parte delantera de su automóvil y más precisamente en su sector medio, la zona trasera del motovehículo colisionado” en el que iban los jóvenes Luis Lavalle (23) y un adolescente de 17 años, quienes sufrieron heridas.

Para Burlando, “es una gran irrealidad que su cliente haya querido matar”. En su indagatoria Buzali lo planteó así: “Si hubiera tenido intenciones de matar hubiera golpeada a todas las motos porque eran un montón (...) Yo manejo con cuidado, soy una persona prudente”.

Por su parte, los abogados de las víctimas adelantaron que pedirán la imputación de Carolina Piparo como “coautora” por considerar que tiene una participación secundaria en el intento de homicidio en grado de tentativa.

“Estamos determinando que pudo tener algún grado de participación necesaria por lo cual podría caberle la misma imputación que a Buzali, como coautora”, dijo el abogado Martín De Vargas, representante de Lavalle. La fiscal, por ahora, descarta esa posibilidad, según dijo ayer.

Asimismo, el letrado agregó que “se está investigando la existencia de otros delitos cometidos por la legisladora”, por lo que aseguró que “durante la semana” realizarán “las presentaciones correspondientes”.

Sobre Buzali, De Vargas dijo que “continuará detenido y no hay posibilidad que lo excarcelen ya que los peligros procesales son manifiestos”, al considerar que “intentó fugarse del lugar del hecho abandonando a las víctimas”.

Además, “hubo mentiras en la declaración por lo cual está acreditado que pueden obstaculizar el actuar de la justicia”.

En otro orden, el letrado contó que recibió mensajes “intimidatorios y amenazantes” en su cuenta de Facebook y adelantó que iba a denunciarlo.

A su vez, el abogado Juan Fontana, quien junto a Rodolfo Baqué representan al adolescente que acompañaba a Lavalle, indicó que de acuerdo a las imágenes aportadas a la justicia “se ve que nunca hubo encierro” de las motos al auto, lo cual “desvirtúa lo relatado por Piparo”, por lo que consideró que “en los próximos días podría imputársela por delito de falso testimonio e incumplimiento de los deberes de funcionario público”.

Fontana se refirió al cargo que ad-honorem ocupa la legisladora al frente de la Secretaría de Asistencia a la Víctima de la Municipalidad de La Plata, lo que, a su entender, “no se vio reflejado en el hecho”.

Burlando, en tanto, destacó que su cliente “reconoció que había actuado mal”, que se trató de un “error” y que está “compungido y arrepentido por la situación y todo lo sucedido”.

Una fuente cercana a la investigación confió que para que la jueza Garmendia ordenara el arresto de Buzali “fue clave la pericia planimétrica accidentológica y un video que demuestran que Buzali embistió a los motociclistas desde atrás de lleno”. Esto pasó a las 3 de la mañana del 1 de enero en 21 entre 38 y 39, casi una hora después de que Piparo fue asaltada por seis motochorros sentada en ese mismo auto y en la puerta de la casa de su suegro, en 47 entre 15 y 16.

En su declaración testimonial del miércoles, que también duró más de 5 horas, la diputada aseguró que el embiste ocurrió cuando seguían a quienes creían los ladrones y se sintieron en peligro.

LA INDAGATORIA COMPLETA: