En la Costa, controles en las playas y desbordes

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Autoridades municipales de Mar del Plata cerraron ayer por primera vez los accesos a dos playas céntricas, alertados por haber alcanzado el límite de personas admitidas.

Se trata de Playa Grande y Varese, donde, al llegar a los accesos centenares de personas que llegaban con sus sombrillas y reposeras se tuvieron que ir a otras playas, algunas de zona Norte y otras hacia Punta Mogotes.

La medida forma parte de un convenio entre la comuna de General Pueyrredón y la Cámara de Balnearios, Restaurantes y Afines (Cebra), que prevé que sean retirados 900 espacios de sombrillas en las distintas unidades turísticas, aseguró el intendente local, Guillermo Montenegro.

EN PINAMAR

Por otra parte, el intendente de Pinamar, Martín Yeza, afirmó ayer que en su distrito “veníamos en una situación más o menos manejable hasta que empezaron nuevas restricciones”.

Y, tras lamentar que los jóvenes no hagan caso a las advertencias, contó que el sábado “se armó la fiesta más grande en el espacio público y de día”.

Y evaluó que “para la Policía es una relación muy asimétrica, tenés que detener a 3.000 o 3.500 personas”, apuntó el intendente del PRO.

Yeza contó que además, por la noche, se realizaron 30 inspecciones para evitar fiestas clandestinas y se desarticuló una en el límite del distrito.

Explicó que contrataron actores, que están sin trabajo por la pandemia, para recorrer playas y calles con el objetivo de concientizar sobre las medidas de prevención y distanciamiento.

“Con las familias, funciona; con los jóvenes, no”, lamentó.

 

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