No ayudó lo que pasó en su cancha ni las noticias que llegaban desde afuera
Edición Impresa | 11 de Enero de 2021 | 04:47

Fernando Alegre
falegre@eldia.com
La noche arrancó torcida desde el principio, ya que pese a que los partidos debían iniciar todos de manera simultánea, la intensa lluvia en Santa Fe, donde Talleres visitaba a Colón, no permitió que el encuentro comenzara a horario, y tanto el del Lobo ante Atlético como el del Taladro frente al Ciclón, vieron demorado inicio.
Así, dentro de una jornada especial, donde se jugaba mucho, la ansiedad se hizo presente y los diez minutos hasta el comienzo oficial del encuentro (debería haberlo hecho a las 21.30 y lo hizo 21.40), sirvió para que los jugadores continuarán realizando movimientos precompetitivos, buscando “aflojarse” un poco.
Esto permitió distintas situaciones y cruces, como las charlas amistosas entre Brahian Alemán y Ramiro Carrera en primera instancia, o de la Franco Mussis también con el oriental y luego con Nicolás Contín, ya en el círculo central. Hasta un perro aprovechó el parate para ingresar a la cancha mientras Patricio Loustau aguardaba la orden de la televisación para darle inicio al cruce.
Una vez dejado atrás todo esto, con el pitazo inicial en Santa Fe, el Lobo fue por su chance de meterse en la final de la Copa Maradona.
Los primeros minutos no arrojaron grandes emociones desde afuera, pero sí la intención de Gimnasia de lastimar para poder meter algo de presión en el Florencio Sola y en el Pedro Bidegain.
El Lobo buscó de distintas formas, pero no logró quebrar la resistencia de un Cristian Lucchetti muy seguro.
Así, mientras atendían al arquero rival por una disputa con Éric Ramírez, llegó la primera mala noticia, con el gol de Talleres. A los 32´, cuando el equipo había perdido la frescura de los primeros minutos y le costaba generar peligro, lo que llegaba desde afuera no ayudaba a un Gimnasia que se hundía en su primer bache del juego.
Para colmo de males, antes de que finalizara la primera etapa, y cuando el Lobo volvía a estar cerca, llegó la segunda pálida, con el gol del Taladro.
todo empeoró en el complemento
En el segundo tiempo, con la certeza de resultados que no ayudaban, Gimnasia recién se estaba acomodando y llegó un nuevo “baldazo de agua fría”, con el segundo grito de la “T”.
Ni siquiera una buena, como el descuento de Sandoval para Colón minutos más tarde se pudo aprovechar, ya que pegado a eso llegó el segundo de Banfield, el de Fontana, y en 16´de la segunda etapa, lo de Gimnasia no era bueno ni en su estadio ni en los ajenos. Para colmo, y tras un córner y un buen despeje de Broun, Ortiz cruzó un remate que el arquero, que se quedó reclamando una falta, no pudo contener, decretando el 0-1.
Sobre cierre y ante la impotencia de no poder convertir, llegaron las últimas malas, con los dos goles del Taladro que lo metieron en la final.
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